Kira cumplía 16 años, para cualquier adolescente eso sería un sueño, el despertar en la mañana y ver el rostro de tus padres dándote un regalo, la ansiosa espera de una fiesta sorpresa a la que asistan todos tus amigos, la atención de tus seres queridos al menos una vez al año y la sensación de felicidad tan grande que uno siente en ese día tan especial, pero Kira no tendría esa felicidad este año, al igual que cada año lo celebraría leyendo un libro o escuchando música de sus bandas favoritas. "Tal vez este año me compre unos zapatos nuevos", pensaba ella todavía acostada sobre las sábanas blancas de su cama, "O quizás ese vestido gótico que siempre he querido ponerme..." sonrió por lo bajo imaginandose con aquél vestido puesto, "...seria genial, aunque tendría que robarle dinero a la loca de mi madre, porque no me alcanzaría". Haciendo una mueca se levantó con desgano de la cama, no quería salir hoy pero debía ir a la escuela para hacer el exámen de Filosofía, ya la habían amenazado con expulsarla de la escuela si seguía faltando a los exámenes, la verdad no le importaba pero su madre no opinaba lo mismo y aunque le impotaba un comino lo que pensara ella, sabía que perdería mucho sin hacer nada, por lo que se vistió y salió al aire contaminado de las calles. La gente que pasaba junto a ella la miraba haciendo muecas, eso le agradaba, se sentía diferente y especial, algo de lo que estaba orgullosa, aunque eso no fuese lo que pensaba su madre de ella o las chicas de la escuela, pero no le importaba, estaba bien consigo misma y con lo que había creado, "Tal vez hoy sea un buen día", se ánimo interiormente y masticando su chicle de uva siguió su camino al instituto.
Hola de nuevo, espero que les vaya gustando la historia, ya verán como más adelante la cosa se va poniendo un poquito más interesante...
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