Capítulo 1

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FAVOR DE LEER NOTA DE AUTORA.

-¡Ven aquí pedazo de basura! —gritó mamá al mismo tiempo en el que yo cerraba la puerta principal.

Diablos.

No podía dejar que me viera así. Llevaba todo el cabello lleno de lechuga y pepino gracias a la maldita de Bethany. Me lanzó su ensalada encima ya que me atravesé en su camino ésta mañana.

Estaba segura de que no existía persona más malvada que esa arpía.

Rindiéndome, caminé hacia la habitación de mamá antes de que viniera a mí. Ella no estaba de humor –casi como todos los días-. Me detuve justo en el umbral de la puerta pero tuve que taparme la nariz disimuladamente debido al olor a cigarrillos y cerveza ya que era insoportable.

-¡¿Qué no escuchaste?! —me gritó.

Rayos. Había puesto mi atención en la habitación de modo que no escuché lo que me había dicho.

-U-uh. Lo siento, no escuché. Estaba distraída.

-Como siempre, una inútil —masculló —. Te dije que hicieras algo para comer y luego limpiaras todo éste desastre.

-Claro, mamá —me apresuré a decir. No quería molestarla más. Me di la vuelta dispuesta a salir.

-¿Y tu hermano? —preguntó bruscamente.

-No ha llegado —susurré.

-Lisa, deja de balbucear. Maldita sea habla bien, pareces una retrasada —lo último lo dijo con desprecio.

En un momento de valentía contesté sabiendo que después me arrepentiría-: No lo soy. Además no es algo malo como para que lo digas con desprecio.

Y salí o más bien huí.

A mitad del camino hacia la cocina, alguien me sujetó del cabello o mejor dicho, me jaló.

-¿Qué fue lo que dijiste, maldita?

De nuevo me jaló hacia atrás y me lanzó al suelo. Casi al instante sentí un horrible dolor en la parte baja de mi cabeza, levanté la vista y ella se dirigía hacia mí, antes de que llegara a mí me levanté torpemente.

-Repítelo, perra —exigió y me plantó una bofetada a lo largo de toda mi mejilla izquierda –haciendo que mi labio sangre—. ¡¿Qué no te he enseñado a respetarme?! ¡Eres una malagradecida!

Sabía que no podía ni debía hacer nada. De modo que me dejé caer al suelo haciéndome un ovillo tratando de protegerme de sus patadas. Tratando de recordar que era lo que había hecho mal.

De un momento a otro las patadas habían cesado al grado que hasta habían desaparecido. Saqué mi cabeza de entre las rodillas para alzar la vista y ver como mi hermano arrastraba a mamá hasta su habitación. Ni siquiera me había dado cuenta de que mi madre seguía gritando y pataleando tratando de llegar hasta a mí y terminar lo que ella misma había empezado. Era como si estuviera en un estado de shock, apenas era consciente de lo que pasaba a mi alrededor.

-Mamá, ya basta —dijo mientras la tomaba de los brazos y prácticamente trataba de llevarla a su habitación—. ¡Tienes que tranquilizarte! ¡Por el amor de Dios, la puedes matar!

-¡No me importa! Esa perra tiene que aprender a respetarme —gritaba mientras intentaba sacarse el agarre de Gleen, mi hermano.

-Yo hablaré con ella. Ve adentro y tranquilízate un poco —le dijo.

Hecha furia entró y cerró estruendosamente. Miré a Gleen pero él ya venía a mí. Se puso en cuclillas y me levantó bruscamente haciendo que un dolor espeluznante me recorriera el cuerpo. Entonces comencé a llorar por el dolor físico y emocional que mi madre me había causado.

Ésta no era la primera vez que me hacía daño y sabía que no iba a ser la última.

Me sentía sola y tonta por dejar que me hicieran esto. Ahogada en mis lágrimas busqué refugio y consuelo de modo que abracé a mi hermano, quien inmediatamente me empujó con una mueca plasmada en su rostro.

-Deja de llorar, no te hagas la víctima. Tú tienes la culpa de todo lo que te pasa, si tan sólo dejarás de ser tan idiota y estúpida... —me lanzó una mirada cargada de enfado y bufó—. Ni siquiera sé porque llevamos la misma sangre.

Cuando dijo esas últimas palabras salió, y aún más abatida que antes me dispuse a llorar de nuevo ya que no sólo me había llevado unos cuantos golpes de parte de mamá, sino que también todo el desprecio de Gleen.

Lloré porque no tenía a nadie, ni siquiera una amiga o algún apoyo.

Lloré porque no tenía nada.

Con las pocas fuerzas que me quedaban fui a mi habitación y cerré la puerta con el pestillo. Fui directo al espejo y observé mi cuerpo. Se estaban empezando a formar moretones y algunas marcas rojas que se podían notar por el fácil contraste que hacían con mi pálida piel.

Pero más allá de todo esto mire mis ojos y ahí me di cuenta de que mi cuerpo no era el único que estaba dañado. También lo estaba mi alma.

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Nota de autora.

Hola! cómo están?

Como ya se dieron cuenta lo que he cambiado prácticamente no es mucho. Bueno lo que hice fue corregir los errores de ortografía y cambiar un poquito la redacción ya que en algunas partes la había cagado jajaja estaba fatal, es por eso que modifiqué eso. Además cambié el nombre del hermano de Lisa -anteriormente era Jackson, ahora es Gleen- también cambiaré un poquito la actitud de Lisa pero no se preocupen, eso no cambiará mucho la historia, alguna que otra decisión o la forma en la que  narra pero nada exagerado.

Otra cosa, no se preocupen por lo de los nombres, hasta ahora todos siguen igual -excepto el de Jackson como ya les dije- en dado caso que cambiara algún nombre o personaje yo se los haré saber. los demás capítulos los dejaré casi igual, sólo cambiaré errores, redacción -si lo necesita- o le añadiré alguna que otra cosita pero nada grave, para que no podemos se asusten jajaja.

Antes de que se me olvideeee, tal vez cambie la portada -para que estén pendientes por si no encuentran la historia en sus bibliotecas- jajaja el nombre seguirá igual, sólo cambiaré la portada pero eso es TAL VEZ no sé aún.

Cualquier cosa que quieran saber o que no entiendan pueden preguntarme directamente en mi perfil o comentar aquí ------------------> o donde quieran jajaja.

También pueden hablarme por mensaje -no muerdo jaja- o como gusten. Subiré los otros capítulos más adelante (editados) y los  nuevos también.

Sin más me despido! que tengan un bonito día/tarde/noche jaja depende desde donde estén leyendo.

Editado

SM xx

¡YA NO SERÉ GORDA!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora