Abrí los ojos y miré hacía mi alrededor. Estaba recostada en el sofá, se encontraban botellas y vasos de todo tipo.
No podía recordar nada, lo único que recordaba era lo más importante de la fiesta: Iría a New York.
Me levanté e inmediatamente me maree, el dolor de cabeza no tardó en instalarse sobre mi. Con dificultad caminé hacia el baño, abrí la puerta y solté un grito de espanto al encontrar a Catalina en el suelo. Bastante asustada, la levanté, abrió los ojos, me miró como sorprendida, se paró al instante
-¡QUÉ BUENA FIESTA, AMIGA!- Gritó con euforia, no se notaba ni un poco que el día anterior estuvo ebria y que hoy la resaca la mataría.
La ayudé a caminar hasta su cocina, para que pueda preparar café. Antes de preparar el agua para hacer la bebida, tomó una pastilla que sacó de su bolso. Me ofreció una y yo le negé con la cabeza, luego, busqué entré todo el desorden mi cartera, la cual perdí después de que Catalina me la haya sacado para que pueda bailar con Tomas. Cuando la encontré me dirigí rápido al baño.
Me miré en el espejo y observé mis asquerosas ojeras, pero estaba con una sonrisa inmensa. Revolví mi cartera y saqué mi maquillaje. Me lavé la cara y comencé a maquillarme mientras trataba de recordar la noche anterior. Lo único que podía recordar era esa caja color lila que contenía los pasajes a Estados Unidos, entonces toqué el bolsillo de mi saco y encontré esa cajita. Saqué los boletos y revisé todo. Saldríamos con Catalina al día siguiente, a las 5 de la tarde. Estaba muy emocionada, pero evité que me salieran las lágrimas, ya que estaba recién maquillada. Salí del baño y caminé hacía la cocina nuevamente, allí ya estaba Cata con dos tazas, una de café que al lado contenía una medialuna como a mi me gusta, y ella estaba tomando un té, ya que el café le haría doler más la cabeza.
Me senté al frente de ella
-¿Por qué? ¿Por qué ese regalo, Cata?- Dije mientras tomaba un sorbo de Café.
Catalina tragó un poco de té y mientras tocía por tragar rápido, me contestó- Era lo que más querías, ¿No es así? No lo digo yo sola, lo dice toda tu familia. Y tu habitación te delata.
- Lo sé, pero no es fácil pagar un viaje a New York, ¡queda prácticamente del otro lado del mundo!
- Fue un trabajo en equipo- dijo, y tomó un poco de la bebida- Tu papá hizo doble turno por casi un año, tu mamá ahorró y lo junto con lo de tus 15, la fiesta que no quisiste. Yo conseguí trabajo para poder viajar con vos. Mi mamá y mi papá nos regalaron la estadía en el hotel. Y Gabi compraba un paquete de galletas, en vez de dos, y nos daba lo que le sobraba. Siempre llegaba con $1, o $2, pero suma. Todos ayudamos. Y he aquí nuestro esfuerzo, disfrutaremos un mes de tu mágico lugar.
-Gracias, enserio.-Dije mientras me secaba las lágrimas.
-Sé que te encantó. Pero anda, preparate, ayudame a ordenar, y vamos que te llevo a tu casa, tenes que prepararte para mañana.
Asentí con la cabeza , y terminé de tomar el café en dos sorbos. Comenzamos a ordenar, y terminamos exhaustas. Chocamos los 5 con Cata y me reí de su peinado, su pelo estaba sujetado desde arriba, parecía un telettubie. Se cambió rápido, y se colocó los lentes de sol. Bajamos por el ascensor y subimos al auto. Mientras nos acomodabamos los cinturones, Cata abrió la guantera, donde sacó un cd que ella misma había grabado con las mejores canciones de The Strokes y colocó "New York City Cops" cantamos muy alocadas, hasta llegar a mi departamento. Cata me obligó a bajarme y ella continuo su rumbo hasta el super, a comprar las cosas que le faltaban para salir mañana.
Abrí la puerta y tomé la notebook, tenía un E-mail de Tomi que me invitaba a tomar algo a las 5 de la tarde, acepté con gusto, ya que el día anterior había rechazado su propuesta, no quería que pensara de que no quiero estar con él.
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¡Feliz cumpleaños!
FanfictionSinópsis: ¿Alguna vez imaginaste cumplir todos tus sueños en tan solo un cumpleaños? Alma, tampoco lo imaginó. Ella es una chica simple, ordenada, y muy simpática. Una chica enloquecida y fanática por The Strokes y la ciudad de New York, se prepara...