Diabolik Lovers -Parallel World-

CAPÍTULO 3 Vampiros

YUKINO
Mentira mentira mentira no puede ser cierto, es imposible que los vampiros existan solo son cuentos y no es real. Debe ser una broma, sí debe ser eso.

Yo: No les creo. Están jugándonos una broma ¿verdad? si es así pues no da nada de risa.

Reiji: ¿Una broma? ¿Para qué haríamos eso? -se acomodó los lentes-

Kanato: Teddy al parecer esta tonta chica humana no nos cree, ¿deberíamos enseñarle una lección?

Ayato: ¿Qué ganaría ore-sama al decirte una mentira?

Yo: Los vampiros son solo cuentos!! No hay manera que existan!!

Shuu: *suspiro* Así que no nos crees.

Akane: E-Es cierto, no pueden existir. -se colocó atrás mío, estaba temblando no la culpo después de todo que un chico de repente aparezca y te lama es algo que puede sorprenderte bastante, además ella es muy tímida-

De repente mi celular comenzó a sonar, lo cogí y era Sayuri. Estaba a punto de contestar cuando de pronto alguien se puso adelante mío y me lo quitó bruscamente de mis manos.

Subaru: Tsk eres demasiado ruidosa -cerró sus manos sobre el celular y lo rompió- me voy, no quiero tener nada relacionado con esta estúpida humana.

Yo: ¡¡¿Por qué tuviste que romper mi celular?!! 

Subaru: Porque ese aparatito tuyo no dejaba de sonar y era igual de molesto que tú -luego de decir eso desapareció de la habitación-

Yo: Pero no era necesario romperlo -mire el lugar donde había desaparecido, me sentí bastante enojada con él ahora que rompiío mi celular ya no podré contactar a papá y decirle que me saque de aquí-

Reiji: Bueno hay que dejar este tema, ustedes deben dirigirse a sus habitaciones y descansar. Mañana irán al colegio.

Yo: ¿Colegio? Pensé que los vampiros no podían salir de día.

Reiji: Claro que no podemos pero eso no significa que no nos eduquemos. Nosotros vamos a un colegio al cual dan clases nocturnas, por lo que es más fácil ir a estudiar. Espero que ustedes también estudien bien y no nos molesten -nos miro seriamente-

Yo: Al parecer será difícil poder comunicarse con él -pensé-

Alguien que parecía ser un mayordomo vino y agarró nuestras maletas.

Reiji: Muéstrales sus habitaciones. -le dijo y después asintió y comenzamos a seguirle-

La mansión era muy grande, como era de esperarse, y había un montón de puertas iguales solo espero que no me pierda. Paramos en una puerta y el señor abrió la puerta y le indicó a Akira que pasara, lo mismo pasó con Akane y al final llegamos a mi habitación. Cuando entré, colocó mis maletas cerca mío y desapareció entre las sombras creo que nunca podré acostumbrarme a eso. El cuarto era muy espacioso y poseía una cama, un escritorio, una mesita de noche en la cual había una lámpara sobre ella y un balcón. Me eché en la cama y me relajé, al fin tenía un momento de tranquilidad y eso me permitía poder pensar detenidamente lo que está pasando y buscar una forma para poder convivir con estos ''vampiros'' y a la vez proteger a mis hermanos ya que es mi deber como hermana mayor, lo bueno es que Akira estará ahí para proteger a Akane. Cuando me levanté para poder sentarme, vi a alguien al frente mío sonriendo y eso me hizo sobresaltar.

Ayato: Al parecer estas muy cómoda, ¿verdad chichinashi?

Yo: Eso no es de tu incumbencia y ¿qué estas haciendo aquí?

Ayato: Vine por mi alimento -comenzó a acercarse mostrando sus colmillos-

Yo: Nunca acepté ser tu alimento así que déjame en paz -pero fue inútil, él seguía acercándose más a mí por lo que retrocedí hasta que no pude retroceder más e intenté escapar pero fue demasiado tarde, él agarró mis brazos tirándome a la cama y clavó sus colmillos en mi cuello- D-Dete--

Ayato: Sorprendente tu sangre sabe mejor de lo que había imaginado, no creo que me llegue a cansar de ella nunca -lamió sus labios y me volvió a morder pero esta vez con mayor intensidad-

Intenté separarme de él pero no podía, su fuerza era sorprendente así que de verdad son vampiros. Espero que a Akane no le llegue a pasar esto pero dudo que se pueda impedir. Ya me sentía bastante cansada y se me hacía difícil mantener los ojos abiertos.

Ayato: No te preocupes no te mataré, aún no. -sonrió-

Y me desmaye...