Perdida en Corea del Sur

Primer Día

Era fin de cursos cuando Abigail estaba a unos minutos de graduarse del Instituto "Americano", estaba decida a viajar a un nuevo país extranjero en estas vacaciones de verano; Abigail no era la mejor de la clase, ni la más mimada, ni mucho menos la más tranquila del instituto junto con su mejor amiga Erika conformaban la palabra "Rebeldía" querían experimentar nuevas cosas sin la supervisión de sus padres.

-¿Preparada?-miro a Erika con entusiasmo-¿Has traído la pintura?-sonrío Erika-Por supuesto, ya nos han entregado los documentos y todos vestidos de blanco, perfecto para la guerra de pintura-en sus ojos podían notarse la emoción y la adrenalina que corría por su sangre.

Salieron detrás del muro donde se encontraba el nombre del instituto con dos cubetas en llenas de globos de colores, adentro no contenían agua, ni mucho menos confeti, lo que contenían era pintura de todos los colores que Erika y Abigail había encontrado en el sótano de su casa.

Los presentes no, notaron nada raro, ya que estaban completamente concentrados en tomarse fotos con los graduados-Como acordamos-susurro Abigail-De acuerdo-; Erika se subió al escenario, tocando dos veces el micrófono atrayendo la atención de los presentes, mientras que Abigail se colocaba en la entrada preparada para lanzar los globos.-Bueno, Bueno se escucha-ríe-Creo que si me escuchan, bien muchas gracias a todos los compañeros y maestros que me quisieron, me siento tan agradecida de todo lo que me han enseñado, como agradecimiento les tengo una sorpresa-suspiro y miro a Abigail guiñando un ojo solo asintió Abigail y Erika grito-¡Bésenme mi trasero!-Y así comenzó la guerra de pintura, algunos riendo otros sollozando y por ultimo unos maldiciendo.

Todos terminaron de todos los colores que contenían los globos, Abigail y Erika riendo con todas sus fuerzas, corrieron para abrazarse-¡Adiós!-salieron del instituto dando saltitos jugando con las cubetas.

-Estuviste Genial Erika-dijo Abigail tomando una toalla mojada pasándosela por la cara para quitarse la pintura-Tú también ¿Viste la cara de todos?-Asintió-Lo mejor que hemos hecho-

-¿Lo mejor? Esto es lo primero pero no lo último-Abigail saco dos boletos debajo de su almohada-Dos boletos de primera clase para Seoul-sonrío, Erika se levantó de inmediato de la cama-No me lo puedo creer-chillo-Así es, solo nosotras dos como mayores que somos con dieciocho años de edad, debemos de salir a explorar, el país que está de moda estas vacaciones para poder ser la envidia de muchas-camino hacia su closet para sacar una maleta grande y una mochila color durazno con un bordado de conejito.

-¿Por qué siempre llevas esa mochila cuando sales de viaje?-pregunto Erika llevándose un cigarrillo a la boca-Porque me gusta ¿algún problema?-puso sus manos en su cadera, fulminándola con la mirada.-Uy que carácter-rio, tratando de encender el cigarrillo-Erika deja de estar fumando por una vez en tu vida, manía tuya que tienes de fumar cada tres horas exactas-le tiro el cigarrillo de sus manos, sin más se dirigío hacia su closet, para escoger detenidamente su ropa; para Abigail era escencial vestir adecuadamente en cada ocasión-Eh investigado que en verano hace un calor horrible, peor que el de aquí-tomo cuatro pares de blusas con tirantes delgados, tres pantalones y todo lo elemental para sobrevivir del calor. Erika se recargo en la ventana, encendiendo el cigarrillo inhalando y exhalando el humo-¿Cuándo es el dichoso día? Necesito preparar también mi maleta-miro por la ventana a dos pequeñas niñas que corrían con sus vestidos de princesas y sus coronas, el cielo había tomado un color azul realmente claro y bonito, sin ninguna nube que obstruyera los rayos del sol, los árboles que estaban por la calle hacían una sombra en la cual hacia un momento nostálgico para Erika, porque le hacían recordar su infancia-¿te acuerdas cuando nuestro mundo era de princesas que teníamos la ilusión de conocer a nuestros príncipes azules?-suspiro y miro a Abigail con esos ojos color miel, Abigail desvió la mirada de Erika para seguir empacando y acomodando todo lo que creería necesario, para el viaje pero no tardo en contestarle- Si, los recuerdo muy bien, pero ahora hemos crecido y sabes perfectamente que era un mundo irreal-sonrió torcidamente; Erika frunció el ceño-¿irreal? Éramos niñas, la inocencia te has de referir-soltó una risa levemente-en fin no me has contestado, ¿cuándo no iremos?.