El cuarto Blanco

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Killua y Gon se encontraban en el salón de la casa que habían alquilado Leorio, Kurapika y ellos.

¡Killua!—gritaba Gon algo sonrojado pasándole un vaso al albino—¡prueba este zumo, es delicioso!

Killua agarró el vaso y lo olió unos segundos.

—¿De dónde lo has sacado?—preguntó el albino.

—De la habitación de Leorio—contestó Gon—¿Crees que se enfadará?

—No si hacemos desaparecer la botella—dijo bebiendose el vaso de un trago— veamos quién de los dos bebe más.

Ambos chicos comenzaron a beber,vaso tras vaso hasta que acabaron con la botella.

Los dos tenían un gran sonrojo y estaban un poco aturdidos.

—Ki-Killua—dijo Gon —me estoy mareando.

—Yo estoy igual—respondió Killua.

Al momento Gon cayó inconsciente al suelo, seguido de Killua.

—¿D-dónde estoy?—dijo Gon levantándose del suelo.

Se encontraba en un una sala completamente blanca, la sala era tan amplia que no se veía con claridad dónde empezaba y dónde terminaba.

—♣No deberías beber cosas que no sabes lo que son♥— dijo una voz conocida para Gon.

—¡Hisoka!—gritó poniéndose en posición de combate, intentando localizar a Hisoka, pero no lo veía por ninguna parte—¿Dónde estas?

—♦En tu corazón ♠—dijo con un tono seductor.

En ese instante Gon sintió una mano en su hombro, se giró asestando un golpe pero no había nada allí. Una risa inundó la sala y unas manos agarraron las muñecas de Gon y lo apegaron a otro cuerpo tras de él.

—♥Hola frutita♠— dijo Hisoka
colocando sus manos sobre la cintura de Gon sin soltar sus muñecas, haciendo una especie de abrazo—♣¿Qué tal si jugamos un poco?♦

—¡Suéltame pervertido!—gritó Gon intentando zafarse de su agarre.

—♦No te resistas Gon, será peor♣—Dijo Hisoka.

Hisoka lo arrastró un poco y se estampó contra una de las paredes, al parecer la sala no era tan grande cómo parecía, y de la pared aparecieron dos grilletes. Hisoka le quitó la camisa a Gon y le puso lo grilletes, dejándolo cara a la pared.

—¿Q-Qué vas a hacerme?—dijo Gon desesperado.

—♠Cosas que te va a gustar♣—respondió Hisoka.

El mago se colocó tras de él dándole caricias por el torso, a su vez Gon lloraba asqueado retorciéndose al sentir sus frías manos tocando su cuerpo. Se sentía culpable al no evitar que eso pasase, pero a la vez impotente pues no había nada que pudiese hacer para evitarlo.

—♥ No llores frutita, se que lo acabarás disfrutando♦— dijo introduciendo las manos bajo la ropa interior de Gon, haciendo que éste se extremeciera.

Hisoka comenzó a estimular el pene del chico, mientras Gon lloriqueaba y tiraba de las cadenas sin conseguir nada.

Hisoka mientras lo masturbaba, le lamía las lágrimas con una pérfida expresión en su rostro.

—¡P-para,por favor!— le suplicaba Gon, pero Hisoka simplemente lo ignoraba y seguía con su trabajo.

Entonces Gon simplemente cerró los ojos, y se rindió.

Killua,por favor ayudame— pensó Gon.

—¿Qué es este lugar?— dijo Killua al despertar en una sala completamente negra.

Se puso de pie y caminó un rato inspeccionandola, no tardó mucho en chocar contra una de las paredes, al parecer no era tan amplia como parecía a simple vista.

En el momento en el que tocó la pared, el suelo se convirtió en una masa viscosa y negra en la que Killua comenzó a hundirse.

—¡¡Qué esta pasando!!—gritó tratando de salir de ahí, pero solo consiguió hundirse más rápido, quedando hundido hasta la cintura.

Fue entonces cuando el suelo volvió a endurecerse, quedando como al principio pero con killua semihundido y con ambas manos bajo el suelo.

—Genial, esto ya no puede ir a peor— dijo el albino.

En ese momento la pared de enfrente se volvió transparente, dejando ver a Gon apoyado contra ella mientras Hisoka lo masturbaba.


Continuará...

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⏰ Última actualización: Jul 12, 2018 ⏰

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