XVI

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No pasaron cinco minutos después de que me había obligado a tomar aquello. Ya había comenzado a temblar y no tenía seguridad si era culpa de mis nervios o de aquel medicamento.

Me preguntó si tenía frio. Me arropó después de hacerme poner ropa suya para usar como pijama.

Yo no quería cambiarme, mi muñeca dolía y no me permitía moverme de manera cómoda; quitarme ese maldito vestido e intercambiarlo por otra prenda, sería un suplicio. El insistió y tuve que obedecer; tras mis quejas y la sangre que comenzó a manchar la ropa por mi culpa, procedió a decidir que él mismo me vestiría. No me dejó la oportunidad de negarme.

Aun temblaba y mi piel, al contrario, ardía. Respire profundamente mientras un sudor helado se corría por mi frente hasta mi nariz; talvez si no lo pensaba no sentiría nada demasiado insoportable más tarde.

Recostado a mi lado, apagó la luz de la habitación. Yo no paraba de temblar y me abrazo para "hacerme entrar en calor".

Mis dedos estaban helados y no pude parpadear siquiera por más de una hora por culpa del frio que sentía.

"Pareces tener fiebre" me dijo.

Negué, sabía lo que venía. Él volvería a hacerlo, volvería a medicarme, a drogarme... a torturarme.

¿Por qué?

Simplemente para fingir. Fingir ser una clase de estúpido padre.

"Tu hermano mayor" dice él. Me irritan sus palabras, las aborrezco. Ruego por gritarle que cierre la boca y entre en razón.

Decirle que lo que está haciendo es un capricho.

¿Querer verme como una inútil? ¿Una niñata estúpida qué no puede valerse por sí misma y necesita de un cuidador?

No...

Sus deseos vacíos no pueden volver a convertirme en eso.

Soy una nación. No más una jodida colonia.





"Todo será como antes" [SpaMex] 𝙃𝙚𝙩𝙖𝙡𝙞𝙖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora