Capítulo 2;18

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«Aprecio tanto que esta vez no me encuentro sola, tengo mis mocos haciendo compañía».


Capitulo 2;18




J;Jk

—¡Jungkook! —gritaron atrás mío.

Mi puño se estampó en la cara del tipo que intentó tocar a Mackenzie la noche en que la vi después de tanto tiempo. Estaba enfurecido y por impulso me fui directamente a la habitación de la única persona que creía podría hacerle daño: el pervertido de su edificio; su vecino.

La sangre caía por su nariz y se mezclaba con la de mis nudillos mientras él suplicaba piedad.

—¿¡Fuiste tú!? —grité.

—Le juró que… no sé… que dices.

Otro golpe.

—¡Jungkook!

Y otro.

—¡Déjala en paz!

Y estaba dispuesto a darle otro si no fuera por Taehyung se cansó de pedirme calma a través de gritos.

Se interpuso entre nosotros y tomó mi muñeca tan fuerte que esta ante el agarré se dobló un poco, pero siquiera me importo el dolor que se expandía hasta mi codo, solo quería dejarle en claro a ese tipo que ella no estaba sola, que no la volviera a tocar y que, por sobre todo, no se acerqué a ella. La impotencia fue tan grande que no me di cuenta cuando empecé a llorar y Taehyung no solo tuvo que sostener mi muñeca, sino también mi cuerpo entero.

–Tengo miedo —confesé—, no quiero que ella… no puedo dejar que le hagan daño.

Taehyung se mantuvo en silencio, escuchándome.

Cuando la vi llegar, solo pensé en tratar de protegerla y eso me llevó a la violencia, pero sabía que esto pasaría porque hace bastante tiempo me di cuenta que ella era mi detonante. Cualquiera que quisiera tocarla sin su permiso, se las vería conmigo. Cualquiera que quiera hacerle daño, tendrá que pisotearme primero, pero jamás dejaré que la vuelvan a lastimar. No lo merece. Ella era solo una adolescente cuando le rompieron el corazón y ahora, tres años más tarde, se ha convertido en una mujer, pero eso no quita el hecho de que puedan lastimarla y no voy a aceptar que lo hagan. Es mi amiga. Es nuestra pequeña. —Ella no merece esto.

Las manos de Taehyung pasaron a mi espalda donde comenzó a dar suaves palmadas para intentar calmarme, pero no me engañaba: él también estaba perdiendo el control, pero tenía más fuerza para poder contenerse. Podía sentir los acelerados latidos de su corazón.

—Ella estará bien…

Asentí.

Claro que lo va a estar, no voy a dejar que la toquen.

—Mientras yo me encuentre lejos.


M;H

La calor era sofocante, agobiante y me hacía perder las fuerzas, ni siquiera era por el sol sino por la cercanía de todos que, entiendo estén preocupados, pero me están atrapando en un centro donde en cualquier momento me voy a desvanecer. Mis piernas ya ni siquiera tienen la fuerza para sostenerme y si no fuera por SeokJin que me tiene sostenida, ya estaría en el suelo, aunque seguramente estaría mejor ahí, un poco más lejos de todo y todos. Lo sé, sé que todos se sienten más ajenos a uno cuando estás en el suelo porque muchas veces he estado ahí, derrotada, acalorada, angustiada, acabada…

Mi Lindo Niñero | K;thDonde viven las historias. Descúbrelo ahora