Capítulo 2

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3 AÑOS ANTES

Meto las manos en los bolsillos de ni pantalón y trato de mantener mis dedos calientes.

Otro día más, caminando de vuelta a casa, com la diferencia de que está vez una hermosa lluvia está mojando las calles, las gotas golpeaban contra los parabrisas de los vehículos. Oigo el estruendo de los temibles rayos cayendo en alguna parte, y las lluvia cada vez aumenta su fuerza.

Camino oyendo música por los auriculares, y siento como la capucha de mi abrigo los cubre del agua y a la vez cubre mi rostro. Son casi las una de la tarde.

<<De seguro Robert ya está trabajando y mama ya debe de estar tumbada en la cama>> Pienso.

Camino a paso lento deseando que la lluvia jamás pare, y que el recorrido janas termine.

Ed aliviador sentir esta regadera helada caer sobre mis hombros, ver los charcos de agua formándose en la vereda, pero lo mejor es que no hay nadie en las calles, no hay perros, ni persona caminando, sólo yo y la lluvia, los vientos cada vez soplan con más fuerza y el frío aumenta.

Tengo que admitirlo, esto me fascina, me paro debajo de un techo sólo para darme cuenta de que yo puedo elegir si quiero que me toque o no, es satisfactorio la sensación de poder elegir.

Cada vez falta menos para llegar al vecindario y comienzo a sentir un nudo formándose en mi garganta.

<<Pero todo estara bien, como siempre>> Me miento.

Comienzo a ver los departamentos, edificios deteriorados uno pegado al otro, unos de colores verde, otros de violetas o amarillos, distingo los pisos desde lejos ya que cada balcon tiene una reja blanca cubriendo la caida.

Llegó a mi edificio, subo las escaleras, el hierro despistado del varandal esta mojado y mancha mis manos del color naranja óxido, dejándome con el olor a hierro en las palmas.

Subo los escalones hasta llegar a mi casa, el tercer piso, introduzco la llave en la ranura, sujeto el plateado pomo y lo jiro, entró y cierro la puerta detrás mío con el número 33.

Noto que no hay nadie despierto, las luces estan apagadas salvo por la televisión que continuaba encendido en el canal de noticias y deportes, dando una tenue luz a la sala. La ignoro y camino por el pasillo en dirección a mi cuarto, las paredes Blanca tenidas con el color de la humedad que sujetan unas cuantas fotos de mama en sus años de juventud, otra de los abuelos y una mía, veo que la puerta de mama esta semi abierta, me asomo y la veo rendida en la cama boca abajo, esta tapada del torzo para abajo, con un braso dejado caer en el suelo.

De seguro una botella de vodka, huiski o algun vino barato la volvió a dejar noqueada.

Sigo mi camino hasta mi habitación, entró y cierro la puerta con el talón, prendo una estufa, me saco la mochila y la dejo a secar junto a la ropa que traigo puesta, camino hacia al baño y me dio una ducha.

Luego del baño voy a la cocina y busco que comer, me preparo un sándwich con algo de jamón, queso que hay en el refrigerador, me sirvo un poco de jugo y vuelvo a mi cuarto, paso el rato escuchando música y haciendo algo de tarea, luego agarró un libro y me pongo a leerlo, una novela de crímenes y homicidios.

Me encantan este tipo de lectura y estaba aprendiendo mucho, como que las huellas suelen ser factores importante a la hora de descubrir un crimen o un homicidio, o como los patrones suelen delatar a los asesinos, la tecnología había avanzado tanto estos últimos años que era casi imposible cometer un delito sin que te arresten, pero no imposible.

El sueño poco a poco comenzaba a inundarme, dejó el libro aún lado y me dejo llevar por la inconsciencia, hasta quedar profundamente dormido.

(...)

La venganza de Alex [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora