"Un café por favor "

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-Disculpe – extiendo mi mano a la mesera – ¿podría traerme un café?

-Por supuesto que sí, ¿Cómo lo desea?

-Amargo – respondo a la par que tomo el libro en mis manos y lo hojeo buscando donde iba mi lectura. Sin darme cuenta de lo que sucedía, alguien se había sentado en mi mesa, detuve mi lectura, miré a la persona frente a mí, era una chica; tenía lentes que obviamente eran falsos, tenía el cabello un poco desarreglado, aunque no mucho, tenía una sonrisa de oreja a oreja y una confianza que se notaba a kilómetros. Le puse una cara de extrañado mandándole una indirecta que parecía haber eludido, sonrió más fuerte que antes me inclino su cabeza – acaso intenta coquetearme – seguía observándola sin saber cómo responder a como actuaba.

-Disculpa, ¿Quién eres? - ya no resistía la curiosidad

-¿importa quién soy? - pregunta inocentemente

-Por supuesto que sí, más si te sientas en la mesa de un extraño

-Así es como comienzan las cosas, acercándote – ella vuelve a soltar una sonrisa

No podía llegar a comprender a esta chica extraña así que, decidí ignorarle lo más que pudiera, pero ella no quería ser ignorada por lo que seguía haciendo gestos con su cara tratando de llamar mi atención, la chica inquieta sacaba su lengua y no dejaba de dar palmadas a la mesa como si fuese una niña, logro sacarme de quicio

- Muy bien, ¿acaso tienes 5 años?

Me acerco a su rostro tratando de intimidarle, pero vaya error el mío, su rostro denoto un pequeño sonrojo y sus ojos brillaron con los míos, como si se conectasen durante un segundo su respirar se sintió cerca del mío tanto que me impulse para volver a mi puesto - que demonios fue eso – tocaba mi pecho que latía fuertemente, pero no entendía el porqué, pero si tenía una idea de quien lo causaba

-¿Qué sucede? - pregunta como si nada hubiese pasado

-Como si no supieras – sobo mi cabello tratando de calmarme – enserio ¿Qué es lo que quieres?

-Yo, pues solo quiero conocerte

-¿conocerme? - esta chica realmente estaba loca

-Si, lo niños lo hacen muy fácil, solo tiene que decir ¿vamos a jugar? – sonríe pícaramente

-Y ¿eso que tiene que ver conmigo? – logro atrapar mi atención

-Quiero jugar contigo

El silencio del lugar desapareció, muchas personas de repente entraron a la cafetería, era hora del desayuno, seguía mirándola a ella, mi atención estaba centrada en que lo que había dicho no tenía ningún sentido, aún seguía medio dormido, no había probado mi café por su interferencia por lo cual los ojos me pesaban de tal modo que quería quedarme allí dormido, pero, esa sensación no me lo permitía.

-¿a qué quieres jugar conmigo? Yo que soy un extraño

-Quiero jugar... a enamorarme - sonríe y toma de mi café sin permiso

Estaba realmente enloquecida por completo, buscar enamorarse de alguien que no conoce no tiene sentido alguno, lo que aquella chica buscaba era un misterio, sus labios sorbían el café al tiempo que hacía gestos, era obvio el café es más amargo de lo que alguien tan dulce podría soportar, tomo el café de sus mano y le doy una probada, no realizó ningún gesto mientras ella se ve impresionada por mi tolerancia a la amargura del caliente café, intenta evadir lo que ella acaba de decir, buscaba alguna forma de descubrirla en su trampa, en su verdadera intención pero, mi mente estaba cerrada no podía leer aquella chica extraña, ella miraba fijamente como si jugáramos a mirarnos sin espabilar. Le pedí a la mesera que pidiera otro café para ella, se adelantó y pidió en cappuccino, y luego se sentó quieta allí, sin hacer ruidos, sin movimientos como antes, era como un gato que ahora era obediente al darle lo que quería, seguía sin mirarme y mantenía sus ojos alrededor de la cafetería exceptuándome a mí, ahora ella me ignoraba, quizás estaba avergonzada o quizás seguía jugando a algo. El pedido llego, ella lo tomo a sorbos cortos mientras seguía sin mirarme a los ojos, ella era hermosa, lograba hacer que mi corazón latiera rápido, era una sensación apresurada, pero algo en mi mente me alocaba, recordaba sentirme de este modo en algún momento, pero llevo años sin enamorarme, continuo mi lectura mientras el silencio reaparecía en la cafetería, la gente se había acomodado en sus puestos y solo hablaban en voz baja, tan baja que apenas podía percibirse el ruido.

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⏰ Última actualización: Jul 11, 2018 ⏰

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