Comenta, ponele que te gusta.
Hace un video, hacelos reir. Que importa si haces él ridiculo?
Subi esa foto, subi esa otra, mira todos esos comentarios, te aman.
Aparentamos, todo el tiempo.
Mostramos realidades que no nos pertenecen, somos momentos que se disuelven.
Nos transformamos en aplicaciones que de forma automatica nos disfrazan.
El extasis de la aceptación nos susurra un más porque nunca es suficiente. El final del día no son pixeles, somos nosotros escabulléndonos e intentando escapar de nuestras propias crisis.
Tantas ventanas dirigiéndonos hacia el mismo horizonte, a la misma sala oscura. Las luces azules titilan, las risas desaparecidas. Estamos solos aunque nos hagan creer que no.
Desorientados dentro de nuestro propio mundo sin querer hacer nada porque nos hace sentir bien. No podemos luchar en contra de lo que creemos, somos nuestros propios miedos.
Imagenes dispersas, relaciones disueltas y el bloqueo de sensaciones nos limitan el sentir.
El nuevo vivir nos esta quitando la experiencia de realmente hacerlo.