Sentia el viento en mi rostro revolviendo mi melena roja. Aunque en esos momentos parecia una maraña de pelos pero eso era lo de menos. Me encantaba la sensacion del viento. Me hacia sentir libre, como si el mundo se detubiera por un momento.
Y es entonces cuando escucho mi canción favorita sonando en la radio del auto, asi que saco un brazo hacia fuera sintiendo como se me va hacia atrás debido a la fuerza que ejerce el viento sobre la roja camioneta en movimiento. Y giro el botón negro para subirle el volumen a la radio, y empiezo a tararear la cancion. Ya no escucho a Adam hablandome, y él eleva la voz para que lo escuche pero tu no quieres, solo quiero escuchar la canción, asi que giro cuatro veces el botón y ya no lo logro escuchar y sonrio con los ojos cerrados.
Y ahí es cuando Adam se molesta y apaga la radio.
-Hey- digo molesta mientras recupero la compostura e intento encender otra vez la radio.
-Hey que Alice, te estoy hablando-
Sin escucharlo intento encender la radio pero el bloquea el paso de mi mano tapando con la suya la radio.
-Y yo te estoy escuchando atentamente Adam- Lo miro a los ojos mientras pongo mi mejor sonrisa.
-Si claro, no lo dudo- El pone los ojos en blanco.
Miro hacia abajo- Entonces emm decías?-
Me golpea debilmente con su mano libre en mi hombro izquierdo.
-Decía que si crees si tu mamá hará su lasaña para la cena.
-Vienes a comer? Que tonta, claro que vienes a comer si prácticamente vives en mi casa.
Adam me sacó la lengua como un niño de siete años y yo le pege en el brazo como una niña de cinco.