modèle fille au revoir, bonjour concepteur fille

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Presente el examen para diseño y, que novedad, pase, no solo pase, obtuve pase inmediato. Pero eso solo complicaba las cosas pues, tenía propuestas con el Bolshoi, la cual aún estaba en veremos pues, no estaba planeado tocar Rusia, no era después de todo mi país preferido, tenía aparte importantes pasarelas en puerta y ahora había sido aceptada por la escuela de moda con mayor renombre en París. Habría que decidir. Mientras pensaba esas cosas me acosté en la cama, esperando a que llegara mi séquito de maquillistas, peinadores, hasta que en esas, por instinto o no se, me lleve las manos a los ojos para tallarlos, últimamente me causaban mucho escozor y ya estaba algo nublada mi vista cuando se trataba de mirar a lo lejos, no le di mucha importancia, después de todo quizás era por las constantes luces, pestañas, flashazos, o no sean pero en su momento le reste importancia. Llegaron y me arreglaron para un desfile importante de Casa Louis Vuitton. Todo iba perfectamente bien hasta que en un giro fui a dar al suelo cuando larga soy. Tras hacerme ciertos exámenes dictaminaron que mi vista se estaba perdiendo a causa de una miopía leve, razón por la que tuve que empezar a usar lentes, y por la que fui despedida. Afortunadamente tenía bastante dinero aún. Pero el despido causó que mi madre enloqueciera, en cuanto a la invitación del Bolshoi pues fue denegada ya que, si me unia no tendría tiempo de ir a la escuela y yo quería aprender a diseñar. Como las cosas se pusieron espinosas con mi madre nada más ser aceptada en el colegio, me emancipé y con el dinero que tenía bien podría pagar unos cuantos años de renta y comidas en un apartamento amueblado, lo conseguí en la Rue des Coquelles, a unas cuantas calles del colegio donde estudiaría, afortunadamente no era una carrera demasiado larga de modo que al último año, se nos dijo que teníamos que llenar unas formas para ver en qué sitio nos tocaría hacer la pasantía. Los resultados llegarían en un lapso de tres meses, tiempo en el que, como no habría clases en el colegio, decidí ocuparlo en estudiar contaduría, pues nunca se sabía para que podían ocuparte en una pasantía, así que me ocupe de aprender contaduría, lo que me faltaba de informática y eso, solo para pasar el tiempo. Las opiniones eran varias casas de moda dispersas pero la más peleada era la casa Agreste. Si bien se decía que el diseñador al mando era un hombre malencarado, con un carácter fuerte y poco afable, era una de las que mayor prestigio tenían, por ello todas las chicas la pedían. Fui de las afortunadas que quedé, tenía apenas un mes de haber cumplido los 18 y ahora aquí estaba, capaz, con miles de estudios, políglota, conocimientos vastos y estaba parada ante la mejor casa de moda de París. Habrá que ver cómo me va.

De assistant à épouse d'un millionnaireDonde viven las historias. Descúbrelo ahora