One Shot.

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Yoongi.
Min Yoongi.

¿Quién diría que ibas a ser mi salvación y a la misma vez la persona que me empujaría al abismo?

Como amaba tomar tu mano, reencarnación del mismísimo Judas.

Y a pesar de no ser creyente, no encuentro mejor comparación para describirte.

Judas, traidor, pecador.

Yoongi.
Min Yoongi.

Nombre que antes tanto amaba pronunciar y ahora siento mi boca inundada de veneno con apenas susurrarlo.

Quién diría que con tu angelical rostro, esconderías tanta maldad en tu, creo, inexistente corazón.

Supongo que es algo estúpido creer en eso después de dormir tantas noches a tu lado, con tus acompasados latidos  resonando en mis oídos, una nana letal, un somnífero infalible.

Amaba todo de ti.
Todo lo que amaba ahora lo odio.

Te odio.

Juraste, volviste a jurar y juraste de nuevo que ibas a recuperarte.

Y mentiste.

Judas, traidor, pecador.

Tú y tu estúpido vicio al tabaco.

Tú y tu estúpido aroma a limón con un ligero toque a cigarrillo.

Cigarrillos mentolados.
Tus favoritos.

Tú y tu estúpido cáncer de pulmón que te llevó lejos de mí.

Tú y tu estúpido ser que ya no está aquí para apaciguar mi alma y ordenar mis pensamientos.

Tú.

Yoongi.
Min Yoongi.

Juraste que no ibas a morir antes que yo.

Y ahora estoy escribiendo esta estúpida carta que no vas a leer; ya que tus latidos, mi nana letal, mi somnífero infalible, han sido enterrados a dos metros bajo tierra.

Yoongi.
Min Yoongi.

No sé si extraño más tus latidos; tu grave voz gimiendo mi nombre; tu rostro calmado mientras dormías o tocabas tu antiguo piano marrón; tu dulce sonrisa; tu tierna piel, blanca como la nieve, suave como la porcelana; o tu ruda forma de ser.

Ahora es mi turno de jurar algo.

Yoongi.
Min Yoongi.

Juro, vuelvo a jurar y juro de nuevo que jamás abandonarás mi memoria.

Tu adictivo aroma jamás abandonará mi almohada.

Tus graves gemidos, aclamándome tuyo, jamás abandonarán mi mente.

Tu característico perfil, mientras dormías, calmado, pausado, jamás abandonará mis recuerdos.

Judas, traidor, pecador.

Y uno de tus pecados preferidos era la lujuria.

Pecamos juntos tantas veces que creo que definitivamente perdí la cuenta.

Pero pecar por ti era increíble.

Y tenerte era el mayor pecado existente.

Yoongi.
Min Yoongi.

Eras como el polvo.

Y te desvaneciste como él.

Entre brisas, entre mentiras, entre promesas rotas, te desvaneciste.

Te desvaneciste de mí.

Yoongi.
Min Yoongi.

Aunque mi nana letal haya acabado de sonar, y a partir de ahora sólo resida en mi memoria, no te olvides de mí.

Nunca te olvides de mí.

De la manera en la que acariciaba tu suave cabello rubio.

De la manera en la que gemía tu nombre.

De la manera en que te necesitaba como tú a tus cigarillos mentolados.

Tus estúpidos cigarrillos mentolados.

Siempre había amado la menta, su fresco aroma y su sabor, pero desde que te arrastró lejos de mí, he comenzado a aborrecerla.

Yoongi.
Judas, traidor, pecador.
Min Yoongi.

Eras dulce como el azúcar y tóxico como el veneno.

Pero eras mi postre preferido y también mi método de suicidio más frecuentado.

Una montaña rusa, quizá averiada.

Porque siempre caía.

Porque siempre caíamos.

Siempre, tú y yo.

Yoongi.
Min Yoongi.

Espero que a dos metros bajo tierra también suene aquella melodía de piano que tanto te gustaba tocar.

También la aborrezco, por si te lo preguntas en algún momento.

Aborrezco el piano, por amarlo tanto como llegué a amarte a ti.

Aborrezco la menta, aborrezco el limón, aborrezco el piano y aborrazco tu estúpido nombre.

Yoongi.
Min Yoongi.

Qué puta clase de persona tiene un nombre tan estúpidamente extraño.

Tú, sólo podías ser tú.

Yoongi.
Min Yoongi.

Nunca me olvides, porque yo nunca te voy a olvidar.

Yoongi.
Min Yoongi.

Mi dulce y tierno Min Yoongi.

Te amo.

- Park Jimin.

Cáncer // [Yoonmin]. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora