"¿Quién sabe cómo funciona todo esto?"

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– Mátala. –dijo Christian en un susurro.

– ¿Qué? –miré su figura borrosa.

– Mátala. –repitió.

– ¿De qué hablas? –di un paso hacia atrás temiendo que en realidad le estuviese hablando a Thomas y que se refiriera a mí.

– A Lorena. –respondió.

– No te entiendo.

– ¿No te das cuenta? –preguntó como si fuese bastante obvio.

– ¿De qué?

– Los personajes que mataste en tus libros aparecieron en el mundo real justo después y todos nos hemos encontrado con otro. Si la matas en el libro ella aparecerá aquí y nos encontraremos de nuevo.

– No lo haré.

– ¿Por qué? –me miró furioso. Pasé saliva por mi seca garganta.

– Preferiría que volvieran a su mundo. –miré a Thomas quien rió bajo.

– Dame 5 minutos y querrás que me quede en tu mundo. –me dijo acercándose.

– ¿Sólo 5 minutos? Creí que durabas más. –me burlé, pero mi sonrisa desapareció rápidamente en cuanto vi su cara de odio. Me alejé de él fingiendo que no moría de miedo al imaginarme lo que quería hacerme.

– Entonces, ¿qué planeas hacer? –. Preguntó Christian.

– Yo... No lo sé... Tengo sed.

– ¿Y eso a mí qué?

Claro, olvidaba que Christian se ponía irritable cuando se le daba la gana.

– Que cuando tengo sed no pienso bien. –expliqué.

– Eso es ridículo. –se burló Thomas.

– No lo es. –dije intentando dar otro paso hacia atrás pero la cadena no me lo permitió.

Christian puso los ojos en blanco pero salió de la habitación dejando la puerta abierta. La miré por un segundo.

– ¿Segura que quieres hacerlo? –. Preguntó Thomas, no supe en que momento se había acercado más a mí. Lo miré. Estaba a unos escasos pies de distancia.

– Tengo que intentarlo en algún momento, ¿no? –me alcé de hombros.

– Puedes intentarlo ahora. –se encogió de hombros– ¿Quieres que te dé unos segundos de ventaja?

– ¿Es enserio? –. Lo miré sin creer lo que me estaba diciendo. Sonrió, hacer eso iba a divertirlo demasiado. Se puso de cuclillas para soltar mi tobillo de la cadena.

– Cinco segundos... Uno... –sin esperar a que siguiera contando corrí directo hacia la puerta. Aún con mi vista borrosa logré darme cuenta de que había un pequeño pasillo que conducía a un lugar que supuse era otra habitación. A lado del pasillo había una puerta que al instante supe que era el baño. Giré hacía la derecha y me encontré con el comedor y la sala. Me quedé paralizada.

– Es idéntica a la casa que David hizo para mí –escuché la voz de Thomas a mis espaldas. Me giré 180° y di un paso hacia atrás para alejarme de él–. Por eso tardé tanto en buscarte, construí esta casa antes de ir por ti.

Recordé que también había matado a David.

– ¿Y David? ¿No te lo encontraste cuando llegaste aquí? –negó con la cabeza.

– El padre de Jake (quien por cierto también salió de tus historias) lo mató en este mundo... de nuevo. Le dio miedo el ver a alguien a quien había matado, creyó que era un fantasma así que lo apuñaló sin pensarlo mucho...

– ¿Cómo lo sabes?

– Me lo confesó mientras lo torturaba. Como verás, él también fue asesinado por la persona que lo mató en tus libros. Lo importante aquí es que me hiciste enamorarme de alguien por primera y única vez y me lo arrebataste. No sólo una vez, sino dos veces. –seguramente Thomas moría por estrangularme en aquel momento.

– ¿Lokiia? ¿Thomas? –Christian llevaba un vaso de agua en la mano y nos miraba extrañado. Recordando el por qué estaba afuera de la habitación me eché a correr hacia la puerta empujando a Christian y tirándole toda el agua encima. Al llegar a la puerta e intentar abrirla me di cuenta de que tenía cerrojos extra.

– ¡No! –grité al momento en el que sentí que uno de los hermanos me abrazaba por la cintura y me cargaba. Llevé mis manos a su brazo intentando zafarme pero obviamente no funcionó ni un poco. Para el momento en que llegamos de nuevo a la habitación yo ya había dejado de pelear. Después de amarrarme de nuevo el pie ambos hermanos salieron del cuarto mientras discutían del porqué Thomas me había dejado salir.

El que David, el padre de Jake, y George, fuesen asesinados por las mismas personas que en sus respectivos libros reforzaban mis sospechas de que realmente era necesario que los personajes fuera de las historias tuvieran que morir por las mismas manos que los mataron por primera vez.

O tal vez pueda matarlos yo... Yo les "di" la vida, yo puedo quitárselas, ¿no? ¿Quién sabe cómo funciona todo esto?

Más allá de las letras #4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora