La Creadora Parte 1: Hugo #Wattys2020

Capitulo 30

Mi boca se ha quedado seca, ahora si que me pellizco a mi mismo para saber que todo es real. Una figuras diminutas han parecido sin darnos ni cuenta, tienen alas de colores acampanadas de un vestido del mismo tono. Son seis, la que esta en medio creo que es la reina, por su corona. !Es cierto que existen las hadas!.

- Voy a salir corriendo a abrazarlas - Susurro a Venus.

- Te apoyo, son tiernas, ¿Nos entenderán?.

- Claro que os entendemos seres humanos, ni se te ocurra hacer eso que has pensado - Me advierte - Mi nombre es Milkilly, reina de este planeta habitado por hadas y hados de todas las clases conocidas.

- Disculpa la interrupción, somos Hugo y Venus, venimos por una puerta - Miro alrededor - Que ahora no logro ver, pero si esta en alguna parte, estamos aquí para presentarnos y conoceros un poco.

- ¿Sois enviados por Aurora? - Pregunta apunto de sonreír mientras levanta los pies del suelo un poco.

- Si, su hija fue la que nos ayudo a entrar - Venus parece que ha vuelto a la vida.

- De acuerdo, os estábamos esperando, acompañadnos.

Comienza a volar cerca nuestra para encaminarnos por el lugar correcto, por su aspecto podría asegurar que no tiene mucha mas edad que nosotros, unos cinco años. Venus hace unas caras realmente raras para que le explique que esta pasando, no se que decirle.

- ¿por que todo el mundo nos espera siempre? - Pregunto.

- Somos la novedad seguramente, por cierto, ¿No han pasado ya mas de diez minutos?.

- Un minuto en su mundo, aquí es como una hora.

- Increíble - Susurramos los dos a la vez.

Seguimos con el camino durante un largo rato, en el que me enfoco mucho en mirar la caída del polvo de hada, se mezcla con la naturaleza de una forma espectacular, son momentos fascinantes. Hasta que por fin llegamos a una llanura, lo primero que logro ver es un gran edificio de estilo antiguo, con picos sobresalientes, en cada uno predomina un color, cuatro de ellos con tonos oscuros y los otros cuatros algo mas alegres. En realidad el edificio no es muy grande, pero comparado con el tamaño de las hadas que no llegan al uno cincuenta ninguna, pues si es grande. Alrededor se encuentran otros edificios, desde casas hasta algunas fabricas, todas ellas son amarillas, algunas mas claras y otras mas oscura, pero no salen del tono amarillo.

- Seguidme a dentro.

Todas las hadas que están en el lugar se han detenido a mirarnos, unas susurran con otras sobre nosotros, otras se esconden por si somos alguien que venido a hacer daño. En la puerta del edificio tiene dibujada la palabra "Pokgorben" en grande, dos guardias hados creo, están custodiando el lugar. Cuando se acerca Milkilly ellos mueven las armas, ella hace un gesto y las puertas se abren para dejarnos pasar, esto si que es autoridad, "Como la que yo tengo sobre ti" - Más quisieras Sam.

Dentro es una habitación gigantesca, igual que el exterior es completamente amarilla, cuadros y objetos moviéndose con polvo de hadas decoran el lugar, tiene a gente saliendo y entrado por varias puertas, unas gradas en forma de semicírculo esta cubriendo la mitad del espacio, esta compuesta por ocho asientos, en el medio uno destaca por encima de los demás. Milkilly se dirige hacia el asiento destacado, toma su sitio y este se ilumina de un dorado brillante.

- Buenas señores y señoras, un placer que hayáis acudido todos de forma inmediata a mi llamado - Sonríe a todos - O casi todos.

Observo sus ojos detenidos en una de las sillas vacías, no se cuando han aparecido los seres que ahora la están escuchando, sinceramente estaba vacío hace un momento, siete de las ochos sillas están ocupadas, cada silla resalta un color acorde con sus vestimenta. Todo esto es tan raro, Venus esta flipando igual que yo.