El comienzo de todo.

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Después de cinco largos años, por fin había llegado el día en que concluiría mi carrera como estilista con especialidad en maquillaje, lo guirretes volaron, los aplausos resonaron y los títulos fueron entregados, entre abrazos y felicitaciones y uno que otro regalo regrese a casa con mis padres.
Tranquilamente subí a mi habitación a guardar mi título en un lugar seguro y mi toga en el cajón de los recuerdos, me senté en la cama y mire a la ventana pensando en que sería de mí de ahora en adelante, siempre lleve mi vida planeada, pero en este punto tengo que decidir mi camino, de ahora en adelante todo tendrá que ver con la astucia e inteligencia con la que enfrente al mundo. Escuche como me llamaban desde la sala, me levante y baje, vi a mis padres sentados en uno de los sillones.
–Sientate en ese sillón– mi madre apuntaba al sillón enfrente de ellos, tome asiento con duda y vi en sus caras  preocupación y seriedad.
–¿Sucede algo?–pregunte con un poco de nervios.
—Queremos hablar contigo de un tema importante– la mire con duda ¿que  es lo que había pasado ahora?– ¿Cuál es tu siguiente paso?.
Me quedé helada al escuchar las palabras de mi madre, baje la mirada al suelo con vergüenza, no tenía claro que sería de mí de ahora en adelante.
–Lo sospechábamos –dijo mi padre adivinando mis pensamientos –Debido a que durante todos estos años has cumplido tus obligaciones en la escuela con las mejores calificaciones, como regalo por tu graduación te daremos un viaje, esto será al país dónde tú quieras, ahí emprenderás el uso de tu carrera.
—No será fácil – continuo mi madre– deberás adaptarte a quizás otro idioma, nuevas costumbres, nueva gente por eso queremos saber si estás de acuerdo, no te obligaremos a nada.
—No tienes que contestar hoy– habló mi padre — mañana por la mañana puedes decirnos tu decisión.
Mire a mis padres con asombro, no me esperaba tal propuesta por parte de ellos, me levante y sin decir nada me retiré a mi habitación, realmente era mucho lo que tenía que pensar, ¿irme hacia otro país? ¿A dónde me iría?. Mis pensamientos fueron interrumpidos por mi celular, el cual me indicaba que tenía alguna notificación, realmente no tenía ganas de ver quien era, necesitaba pensar. Pasados unos minutos  mi teléfono no paraba de vibrar, cuando lo tome para ver quién molestaba me entró una llamada.
—¡¿Por que me estás ignorando?! ¡¿Acaso ya conociste a alguien que pueda reemplazarme?! ¡Por que si es así te golpeare cuando regrese y....—me despegue el auricular del teléfono, sólo escuchaba a Sharon preguntándome y amenazándome acerca de si habia conseguido una nueva amiga o si acaso tenía un novio por ahí escondido, volví mi atención a ella cuando por fin cambio de tema. — Un pajarito me recordó que hoy finalmente te graduabas, felicidades boba.
—¿Por que no eres una mejor amiga normal? Siempre me terminas insultando cuando hablamos, no tenemos una conversación normal por ello —aunque sabía que ella no me vería hice un puchero mientras me recostaba en mi cama.
—¿Te vas a quejar en vez de contarme que es lo que haras ahora que ya no tienes que seguir yendo a ésas aburridas clases? Me defraudas.
-¡¿Por qué ahora a todos les interesa lo siguiente que voy a hacer?- respondí de mala gana.- No quería seguir pensando en ello por ahora.
-Es porque no preocupamos por ti, eres alguien especial para todos nosotros, es normal que queramos lo mejor para tu futuro.
-Suspiro y guardo silencio por un momento, dándome cuenta de que en sus palabras reina la razón- tienes razón, disculpa mi actitud pero en realidad no tengo idea de que es lo que haré.
-Espera, dijiste " a todos" ¿Alguien más te mencionó algo al respecto?
-Cierto no te lo conté...mis padres de igual manera están preocupados por lo siguiente que haré y me propusieron viajar e instalarme en otro lugar pero.... no estoy segura de lo que haré.
-Ella guarda silencio por unos segundos y pregunto preocupada- ¿Sharon estás ahí?
-¡Tengo una gran idea! ¿Por qué no te vienes una temporada conmigo a Corea? Acá podríamos conseguirte un trabajo, si te gusta te quedas, si no... podrás ver otra opciones- Exclamó entusiasmada.
-Mmm necesito pensarlo un poco Sharon, es una decisión muy apresurada- dije no muy convencida.
-Está bien, tu piénsalo y si quieres me avisas mañana temprano.
-Ok dormiré ya, hasta mañana.
-hasta mañana, piénsalo bien.
Colgué la llamada y me dirigí perdida en mis pensamientos a ponerme la pijama, después me recosté de nuevo en mi cama, cerré los ojos tratando de dormir pero los volví a abrir y me quedé mirando el techo ya que tenía muchas cosas por procesar, sería una gran oportunidad irme a Corea, podría salir de la rutina y como dice Sharon conseguir algún trabajo, pero a la vez sería un gran paso, dejaría mi vida aquí para
una nueva en aquel lugar desconocido. Entre todo lo
que llegaba a mi mente me quedé dormida.

Los rayos de sol pegaron en mi rostro haciéndome abrirlos ojos con pereza, mi primer día sin ser estudiante estaba comenzando y tenía demasiada flojera como para levantarme de mi cómoda cama, cubrí mi rostro con mi almohada para disponerme a dormir de nuevo pero unos pasos en el pasillo y un toque en mi puerta no me lo permitieron.
-T/N ¿Puedo pasar?- habló suavemente detrás de la puerta.
-Si- gruñí entre dientes, ni siquiera en mi primer día libre después de mucho tiempo podía descansar.
Sentí como mi colchón se hundía por el peso de otra persona y me enderecé con pesar sentándome y reposando la espalda en la cabecera-¿Qué pasa mamá?.
-No es por apresurarte pero me gustaría saber si has pensado en algo.
-A decir verdad- suspiro- Sharon me dijo que podía ir a Corea con ella y conseguir un trabajo allá aunque.......no estoy segura,
-mi madre me observa por algunos minutos con duda y sorpresa-¿Y te gustaría irte tan lejos?.
-A decir verdad me da un poco de  curiosidad- miro a la ventana pensativa- pero.... me da un poco de miedo precisamente eso, la lejanía, es un idioma que ni conozco ni su cultura ni absolutamente nada de ellos.
-Aún eres muy joven, no tienes nada que te ate realmente, somos consientes de que en algún momento tendrás que dejarnos y no es como si tuvieras un novio o algo así por acá, es una magnífica oportunidad piénsalo, tienes un alto nivel de inglés y seguramente Sharon podría enseñarte Coreano y al final terminarás por adaptarte a su cultura..... puedes decirnos tu decisión en un rato.
-Tienes razón mamá, gracias- Sonrío. Es verdad es una muy buena oportunidad que solo se me presentará una vez en mi vida, debo de elegir sabiamente.
-Bien, entonces... baja a desayunar que ya está listo él desayuno, ya son casi las 11 y hay que alzar.
-Si mamá- mi mamá se levantó de la cama y con una sonrisa salió del cuarto, me levanto aflojerada y tomo mi celular del escritorio, al ver la pantalla del celular veo que la pantalla marca las 8:47 am. Suelto un sonoro suspiro- ¿No que ya iban a ser las 11? Ya uno no puede dormir en paz.
Bajo a desayunar aún en pijama, cuando termino lavo los platos y al mirar el reloj este marca las 10.
-Creo que he tomado una decisión- me seco las manos y les hablo a mis padres para decirles la noticia.
-Y bien hija ¿Qué decidiste?- mi madre se acercó y me miró atentamente.
-He decidido que- tomo aire profundamente.- Me iré a Corea con Sharon
-¿Estás segura de eso?- mi padre frunce el ceño por un segundo y me mira con un atisbo de tristeza en su mirada, me parte el alma verlo así.
-Lo estoy- las palabras se clavan en mi pecho, los dejaré y no habrá vuelta atrás, tato tiempo juntos hace tan difícil separarnos.
-Ya veo, entonces hay que ir comprando los boletos de avión, espero que no arrepientas de tu decisión y la pases bien- sonríe tristemente y aprieta mis manos.
-Gracias papá- Mis ojos se llenan de lágrimas.
-No llores mi niña- escondo el rostro entre las manos y de pronto siento  2 pares de brazos rodearme, correspondo el abrazo y las lágrimas fluyen como cascada de mis ojos, mis padres solo me abrazan y consuelan. Mi vida, mis amigos, mi familia, me iré lejos de todos, los recuerdos que cree y todo lo que viví se quedaran aquí.
Lloré un rato más y al calmarme les sonreí y les dije que iría a avisarle a Sharon y comenzar a alistar maletas, el vuelo saldría este fin de semana, mientras tanto me despediría de todos y todo , con esos planes en mente subí a mi habitación y tomé el celular para avisarle a Sharon quien casi me deja sorda de lo emocionada que estaba, después me dispuse a empacar mis cosas deteniéndome a perderme en los recuerdos que me traía cada cosa.
La semana pasó rápidamente, me dediqué a despedirme de mis amistades y a empacar todo, por fin llegó el día de irme, me dirigí al aeropuerto junto a mis padres.
-Hija, promete que te cuidarás mucho – dijo mi mamá con los ojos llenos de lágrimas.
-Recuerda hija mientras son jóvenes muchas veces los muchachos andan detrás de chicas fáciles pero eso no dura mucho, cuando comienzan a buscar algo estable su instinto de cazador sale y no hay nada que interese más que una chica difícil.- dice mi papá con preocupación.
-Río- descuida papá me cuidaré mucho, tampoco es como si les fuera a dar entrada fácil.
-Pasajeros del vuelo 3 favor de abordar el avión.
-Hija- mi madre se abalanzó sobre mi y comenzó a llorar, mis lágrimas no tardaron en brotar y mi padre se unió también al abrazo.
-Tengo que irme- limpié mis ojos con el brazo y sonreí para alejarme y abordar el avión.
Subí al avión y suspiré, busque mi asiento y me senté al lado de la ventana, un rato después caí profundamente dormida. Un par de horas más tarde desperté y al mirar por la ventana la hermosa ciudad de Seúl se extendía bajo mis ojos maravillándome, minutos más tarde el avión aterrizó y bajé.
-Mi nueva vida comienza.
CONTINUARA.

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⏰ Última actualización: Jul 13, 2018 ⏰

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