*3 semanas y 4 días después*
*Sigue Narrando _______*
Había pasado rápido el tiempo, cada día faltaba menos y eso me apretaba el corazón.
Ahora estaba leyendo un libro específicamente *Divergente 2* recostada en el sofá, estaba sola en casa y con los audífonos puestos. Estaba en las ultimas hojas cuando tocan la puerta, suponía que era Liam que se le habían quedado las llaves, me levante dejando la página del libro marcada y los audífonos encima de la mesa de centro, camine rápido a la puerta y la abrí.
No había nadie 'que raro' mire izquierda y derecha pero nada, me eche unos pasos atrás y vi una caja forrada con un papel rosa claro con una cinta roja y encima unas rosas rojas.
Las levante y volví a mirar, nada. Entre cerrando la puerta con el pie, las rosas y la caja traían una tarjeta. Tome la de la caja y la abrí.
"Hola _______,
Se que me dijiste que no me querías ver nunca mas pero, se que en unos días mas te graduaras y quería que tuvieras esto de mi parte.
Esperó que algún día puedas perdonarme.
Te quiere, Tu Madre"
Sonreí inconscientemente y saque la cinta con cuidado y saque la tapa encontrándome un vestido rosa, corto y con encaje en la parte de los hombros y el pecho. Joder era hermoso.
Lo doble y lo deje con cuidado en la caja, en las rosas había un sobre rosa claro, lo abrí y salio un papel blanco con una nota igualmente.
"Hola pequeña
Se que faltan pocos días, pero quiero hacer que esta noche sea especial para ti.
¿Quieres ir al a graduación conmigo?
Si aceptas hoy a las 21:00 estaré en la puerta de tu casa.
Te ama Louis X"
Dios no podía ser mas lindo, mire el reloj, todavía era temprano así que tome mi libro y subí a mi habitación para terminarlo.
**
Faltaban unas cuantas horas para que fueran las 9 de la noche, así que me metí a la ducha. Estuve ahí unos 10 minutos nunca me gusto demorar me tanto en el baño.
Me eche crema en todo el cuerpo y me senté en el tocador, abrí un estuche que había encima y saque un delineador negro, me delinee por la parte de abajo muy poco y por arriba un poco mas. Me coloque tres capas de rímel y brillo en los labios.
Era otra.
El maquillaje nunca me gusto en exceso, me gustaba pero solo cuando era poco, me levante del tocador y camine hacia unas gavetas que habían en la parte de abajo de mi armario, abrí una y saque un ondulador, fui al baño y lo enchufe deje que se calentara un poco y me ondule las puntas del pelo.