EL ACCIDENTE - Capítulo 1: ¿Amigo o asesino?

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Abro los ojos e intento enfocar en la oscuridad. Siento una gran punzada en el cerebro, un intenso dolor de cabeza que te impide pensar bien, recordar donde estas.

Me doy cuenta de que el aire está enrarecido y de que hace demasiado frío, como si las ventanillas estuviesen abiertas.

Eso es, ¡eso es! estoy en el coche de mis padres y las ventanillas no están abiertas, están rotas. Acabamos de tener un accidente y el coche está a un lado de la carretera, me desabrocho el cinturón y salgo como puedo del coche, estoy en medio del bosque y la única luz viene de los faros rotos.

Lo primero que pienso en ver como están mis padres pero cuando miro dentro del coche... los asientos están vacíos. No hay ni rastro de los dos, ni si quiera hay manchas de sangre, nada, es como si no hubiesen estado allí. Es probable que hayan ido a buscar ayudo pero ¿por que iban a dejarme allí?

Mi móvil salió disparado  de mis manos en el accidente, trato de encontrarlo pero con esta oscuridad es imposible. Intento pensar que más hacer y me doy cuenta de que sólo tengo dos opciones: esperar a que venga alguien a ayudarme o echar a andar y buscar ayuda; no eso es lo que hacen siempre en las películas de terror y no acaba bien. Mejor esperar aquí, mis padres están apunto de volver.

De repente escucho un motor a lo lejos, un coche se acerca a mi, menos mal, no voy a tener que esperar mucho a la intemperie. Me planto en mitad de la carretera y hago señales para que me vea, el coche esta casi encima, me deslumbra con sus faros pero veo que no baja la velocidad y me empiezo a asustar. ¿pero qué está haciendo? es imposible que no me vea, está casi encima, no va a parar, corre.

Salgo corriendo en dirección contraria lo más rápido que puedo, en seguida me doy cuenta que no puedo correr más que el, pero las pulsaciones a cien y la falta de aire no me dejan pensar, simplemente corro.

Empiezo a notar el calor del motor del coche detrás de mi, ¿por que me hace esto? ¿es una broma? no tengo elección, con mis últimas fuerzas salto hacia un lado y caigo como un peso en una zanja. Me arrastro clavando los dedos en la tierra y me escondo entre los árboles. Boca arriba sobre la hierba, intento coger aire.

La punzada en el cerebro sigue ahí y ahora también noto dolor y magulladuras por todo el cuerpo. Ahora ya no se escucha nada pero no estoy seguro si el coche se parado o si ha pasado de largo, ojalá haya pasado de largo. 

De repente escucho dos puertas cerrándose y un escalofrío me recorre, no pierdo ni un instante y me meto en el bosque. Los faros del coche en la cuneta es la única luz en medio de la oscuridad. Miro hacia tras y me parecen ver sombras en los árboles, pero no se bien si alguien me sigue.

Oigo un murmullo aun que podrían ser las hojas de los árboles, cada vez se escucha más, espero, son voces, alguien se acerca, echo a correr y otro escalofrío me fulmina cuando escucho una voz humana.

Hombre: ¡Eh! ¡espera!

Otra vez el corazón a mil y otra vez no puedo pensar, solo correr. De repente alguien cae al suelo y grita, me paro a escuchar, parece que está desesperado. 

Extraño: ¡Ayúdame!

¿Me está hablando a mi?

Extraño: ¡Por favor ayúdame, no te voy a hacer nada!

¿Es el tío del coche que intenta engañarme? o ¿es otra persona?

Extraño: ¡Rápido, ellos están a punto de encontrarnos!

¿Ellos? ¿quiénes son ellos?

Extraño: ¡No quiero morir!

Esa última frase me paraliza, no se que hacer, todo es muy confuso.   


      


EL ACCIDENTEWhere stories live. Discover now