Lucas estaba sentado en el banco de la plaza, se notaba a simple vista que no estaba bien, se encontraba solo en el medio del banco con la mirada perdida, su pelo negro estaba mojado debido a la reciente lluvia pero aun así mojado y todo seguía siendo corto.
Una suave brisa sacudía las copas de los arboles, la primavera había comenzado hacía un mes y el olor a pasto mojado estaba por todas partes de la plaza; El banco pintado de blanco resaltaba en el verde del escenario, el tren en esos momentos estaba partiendo de la estación que estaba enfrente de la plaza, podría haber sido una escena de película, inlcuso los pájaros cantaban melodías tristes, no había nadie en la plaza salvo Lucas; El chico estaba mal, tenia marcas en los ojos que demostraban que había estado llorando; Si alguien hubiera pasado por allí habría visto al joven de diecinueve años e indudablemente le hubiera preguntado que le ocurría, pero por suerte para Lucas (Que no tenía ganas de dar muchas explicaciones) un viernes a las diez de la mañana no había mucha gente que pasara por la plaza.
En eso un chico se acercó a Lucas, tenía unas zapatillas blancas, tenía el pelo largo y lacio hasta los hombros (La parte de central estaba atada con una colita que iba hasta los hombros) tenía un arito con una cruz colgando del mismo, en la oreja izquierda y tenía puestos unos anteojos de sol.
Se agachó delante de Lucas para poder verlo a la cara
— La vida es una verga — Le dijo Lucas con la voz tomada por el llanto
El chico no se inmutó, es mas, sonrió y apoyó sus manos en las rodillas de Lucas
— ¿Porqué la vida es una mierda? — Preguntó el chico sonriendo
— Me dejó, me dejó por otro, así nomás como si yo no valiera nada. Me entregué en cuerpo y alma a ella y se fue con otro, hasta le dí mi ... — Se le cortó la voz
— Tranquilo viejo, son cosas que pasan, además pensá que hay muchas personas en el maravilloso mundo— dijo el chico aun sonriendo
— Duele cien veces mas que si me hundieran un clavo en la piel cada vez que veo fotos y los veo junto, lo peor es que no se cuando la perdí — El chico estaba totalmente destruido por dentro. Respiró y continuó — Además para vos es fácil decirlo, si querés levantarte a alguien da igual si es mujer, hombre, perro, tiburón, canario o una ardilla voladora alpina de cola rojo fluor de los andes, te la levantas igual
El chico sonrió mucho más
— Escuchá, no me levanto ardillas, y hoy te toca enfrentar tu verdad: Ella es feliz con él, pero tu vida sigue y ella se va a arrepentir de irse, tranquilo — Se sacó los anteojos de sol dejando ver unos ojos marrones con dejos de verde, le colocó los anteojos a Lucas, lo miró y le dijo
— Vamos tanque, los chicos nos esperan
Lucas se paró y lo abrazó fuertemente
— Gracias Mati
— De nada crack, cuando lo necesites — Dijo Mati sonriente
Los chicos comenzaron a caminar, no habían dado muchos pasos cuando Lucas se detuvo
—¿Que pasa? — Preguntó Mati
Lucas se sacó los anteojos y se los dió a su amigo el cual se los puso al instante
— Es que no entiendo— Mati lo miró con cara de no entender lo que estaba pasando— Lo nuestro era perfecto, yo la amaba
— No no no, Lucas, ya está, tranquilo— La situación se estaba volviendo difícil otra vez— Lucas, los chicos nos esperan, tenemos que estar en lo de Valen antes de las 11:30 y todavía tenemos que tomarnos el tren, por favor, no lo hagas difícil
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Tan Fácil
Teen FictionUn grupo de amigos recién graduados de la secundaria, sufren, ríen y se divierten como chicos de su edad. A lo largo del libro les pasaran distintos tipos de problemas que pondrán a prueba su amistad y cuan unidos son como personas jóvenes que busca...