Oscura Pesadilla

11| Por el bien de la sociedad

A lo largo de los años, Skaikru jamás había sido llamado a la oficina del director del departamento de la Arkadia, por lo general siempre los asuntos a discutir eran dentro del laboratorio donde se reunía el grupo y era el director quien siempre aparecía de improviso. Jamás los había llamado a los cinco chicos a su oficina y en el momento en que lo hizo ese mismo día hizo que todos los agentes dentro de la oficina sintieran curiosidad.

Las paredes de la oficina de Marcus Kane eran de cristal, por lo tanto lo único que impedía saber a los demás agentes lo que sucedía ahí dentro era la falta de audio que tenían, pero tenían primera fila para saber si Kane les gritaría o los felicitaría.

Definitivamente les gritaría; él jamás felicitaba a nadie en su oficina.

Se habían hecho apuestas sobre lo que había sucedido, la mayoría se remontaban a las últimas misiones, otros apostaban a que tenía que ver con el comportamiento errático e imprudente que solían adoptar durante las misiones de campo. Cual fuera la razón, todos parecían ansiosos por saber si estaban ganando o perdiendo el dinero apostado.

Desde fuera se podía ver a los cinco chicos escuchar a Marcus hablar, cada uno con una posición desinteresada frente al jefe. La rebelde Octavia evitando su mirada, molesta por algo; Raven indignada por lo que fuera que Marcus decía; Bellamy se notaba incómodo ante la situación; Monty parecía ansioso y Clarke no mostraba expresión alguna.

Parecía que las apuestas estaban a favor de todos aquellos que se pusieron en contra del equipo. Pero dentro de la oficina, la situación era diferente a lo que se veía por fuera.

– Esto es una mierda – Octavia dijo sacudiendo la cabeza – ¿Por qué ahora?

– Debido a que los últimos casos han sido bastantes perturbador – Kane le respondió con calma.

– Estamos bien – Raven dijo rápidamente – No necesitamos ver a un psiquiatra

– Tal vez no, tal vez sí – Él cruzó las manos sobre su escritorio viendo a los cinco jóvenes – Pero lo harán de todos modos. Cada uno pasara una hora al día con nuestro psiquiatra y no se hablará más del asunto. Estoy intentando cuidarlos. Esta es la primera vez en mucho tiempo que tenemos tantos casos tan extraños y no arriesgaré su salud mental

– Kane, piénsalo bien, es la primera vez que obligas a un equipo a hacer esto – Monty habló mirando al jefe del DPA completamente nervioso ante la idea de recibir asesoramiento.

– Y es por eso que todos los agentes lo harán, no solo ustedes, la diferencia es que Skaikru entrará antes. Estas son medidas de protección que se van a implementar en todos los departamentos, no solo la Arkadia, sino Phoenix y Walden está haciendo esto.

– ¿Y ellos por qué? – Clarke alzó una ceja.

– Debido a que, si bien no es obligación ver a un psiquiatra, el Arca cree conveniente que todos los agentes hagan esto como parte de su trabajo. No queremos perdidas, solo ganancias.

– Eso es lo de siempre – Monty murmuró.

– Raven, en cuanto a ti, Clarke me puso al día con lo sucedido durante la noche anterior.

– ¿Lo hizo? – La muchacha se tensó mientras miraba a la rubia, quien ni siquiera le devolvió una sonrisa para que se sintiera tranquila.

– Sí y te tomarás el día. Me ha dicho que estuviste investigando sobre lo que sucedió en la joyería y en el teatro con nuestras dos víctimas y es esta la clase de cosas que me hacen pensar que necesitaban ver a alguien con urgencia. El trabajo no puede ser lo único para ustedes.

– Oh.

– Está bien, Kane – Clarke dio un paso enfrente, apoyando las manos en el respaldo de la sillas que tenía enfrente – Haremos lo que pides, pero a cambio quisiera pedirte algo más