El Beso De Un Ángel. ¦Afakuri¦

El Beso De Un Ángel

–Te propongo algo inolvidable, algo que hará que sueñes, que sientas que tocas el cielo, que pensaras estar encantado y sobretodo hará que te sientas libre, como si tuvieras la tierra en tus manos.

–¿Me propones tú? ¿Qué será de lo que hablas con seguridad que piensas que lo aceptare?

–Te propongo algo que te hace falta, algo que todos desean.

El chico castaño levanta una ceja cenbrando dudas en el joven acostado frente a él.

Akashi Seijuro.

No sólo tuvo que vigilar sus horarios escolares si no también tuvo que entrar a su casa, a su cuarto y a su vida sin permiso.

Son la 1 de la madrugada, y Kouki cree que es el mejor momento para que el pelirojo acepte su propuesta.

–Sal de mi casa o llamare a la policía.

Le dice sin dudar, Kouki ve arrogancia en su corazón, no es un humano tan fácil de vencer.

No importa el precio, así que Kouki usara sus encantos y llegará al corazón del chico.

–Déjame darte un beso.

Le dice y  porfin muestra sus alas, a estado muy apretado e incómodo en ese abrigo, que se siente genial al liberarce porfin.

Seijuro lo mira, a él, a sus alas, tan grandes, tan blancas, pero es tan raro que él no se inmute y permanece sentado ahí, en su cama.

–Esto es lo más extraño que me a pasado en la vida, un tipo raro que acabo de conocer entra por mi ventana disfrazado de ángel a mi cuarto pidiendo que lo bese.

Dice parándose porfin, esta en pantalones de dormir y nada más, así que Kouki se sonroja, después de todo el también posee sensaciónes y sentimientos humanos.

-Sal ahora, pequeño angelito.

Le dice amenazante.

Kouki se aferra, a visto a muchos de sus compañeros estar en esa situación así que no encuentra otra forma y quita también su camisa y sus shorts.

¿Enserió intentará seducirlo?

Akashi se queda inmóvil, esas alas se ven en verdad tan reales.

Y no lo puede creer, ¿Esa es una nueva tendencia?  esta harto de que chicos y chicas entren a su piso sin permiso tratando de colarse entre sus sábanas solo para asegurar un poco de su dinero.

Solo puede tomar al chico entre sus grandes brazos y tirar un poco de sus alas.

–¡Ah! ¡Duele, no lo hagas!

Le dice el chico... Ángel.

No sabe que creer.

–De acuerdo, no te haré nada, solo dime que deseas, trataré de ayudarte pero enserió tendrás que irte.

Le dice y el castaño se pone de pie, pues a caído del tirón.

Y Akashi puede ver porfin su cara inocente, sus ojos son tan grandes y cafés que de alguna manera le gustan.

Sus labios parecen no tener fin y no quiere pensar en besarlo en verdad.

Dios, esas piernas son largas, empieza a creer que fue hecho de sus más profundas fantasías y deseos.

–Soy Kouki, soy tuyo, vine por ti, no quiero que estés solo.

Le dice y el solo puede reír.