Linda me llamó para apurarme,el funeral era en 20 minutos y yo seguía sólo con los bóxer y la camisa,no quería ir,no quería ver a mi padre muerto.
Era tarde,más o menos las 8 de la noche.
Me di cuenta de que no podía cambiar lo que ocurría,tenía que enfrentarme a la realidad a ir al funeral de Cheech.
Me vestí con rapidez y subí con muchos nervios al coche que nos llevaría al cementerio. Todo el camino estuve alerta,mirando a todos lados y con la respiración entrecortada.
Cuando salí del auto me temblaban las piernas,después me pidieron ayuda con el féretro. A pesar de mi tristeza acudí a ayudar.
Llegó un cura y dio el respectivo discurso del pésame,mi madre lloró.
Todos lloramos.
Se acabó el funeral y todos se empezaron a ir.
Mi madre me tocó el hombro cuando yo veía el cielo nublado.-¿Que pasó mamá?-
-Ya nos vamos Frankie- Me levanté y abracé a Linda. Me aparté y dije.
-Mamá,yo me voy a quedar un poco más,después llego- Le dije mientras le sonreía.
-Está bien Frank,te amo hijo- Contestó Linda.
-Yo también te amo mamá- Solté una lágrima al saber que estaba despidiéndome sin que ella supiera.
Cuando todos se fueron comenzó a llover,primero Cómo una brisa tibia y después como un diluvio.
Mis memorias me traicionaron y empecé a recordar los buenos momentos con mi padre y lo divertido que era estar con toda la familia.
Como si no hubiera llorado suficiente ya,empecé a llorar más. Parecía que mientras más llovía más lloraba yo. Ya no eran sollozos o murmullos,lloraba a gritos desgarradores.
Tenía todo preparado,llevaba dos contenedores de pastillas para dormir,dejaría a mi madre pero me dolía demasiado dejar atrás a mi padre.
Me tomé unas cuantas mientras lloraba a mares,me acabé la primera mitad de un contenedor y abrí el otro.
Entonces,algo muy malo ocurrió.
Una ráfaga de viento tiró las pastillas en el césped y se las llevó lejos.
Grité.
Grité de desesperación.
No podía ser peor.
Cuando estuve más calmado,pude escuchar pisadas y las puertas del cementerio emitir un chillido a causa del deterioro.
Miré por curiosidad y me llevé una sorpresa; era el chico del teatro,vestía un traje simple pero le faltaba la corbata.
Abrí los ojos y los tallé para comprobar que en efecto el chico pelinegro estaba en el cementerio.
En ese momento me olvidé de todo. Me olvidé de la muerte de Cheech,de Linda,de mi intento de suicidio,de todo.
Me levanté del suelo y me dirigí hacia él,me hipnotizaba algo de aquel chico que no podía saber que era.
Se detuvo donde había una tumba improvisada de madera echa a mano.
Tenía la inscripción de un tal Donald Way y de pronto lo escuché susurrar.-Papá- Dijo el pelinegro- Te extraño mucho,más de lo que te imaginas,no entiendo porque tuviste que morir,todo por culpa del alcohol- Sentí mi corazón romperse por segunda vez,el padre del chico había muerto.
-Ehhh,disculpa- Me atreví a hablar.-Soy yo,el chico que te visitó en tu camerino ¿Me recuerdas?-
-¿Eh? ¿Que haces aquí? ¿Me seguiste?- Se empezó a asustar y a ponerse paranoico.
-No,no te seguí,yo ya estaba aquí. Vine a un funeral- Le respondí sincero.
-Oh,vaya lo siento,perdona mi comportamiento en el teatro,me asustaste- Me fijé en su rostro,tenía huellas de lágrimas en sus mejillas,sus ojos estaban irritados y al igual que yo,estaba completamente empapado. Lo único más raro que eso era una moradura en su ojo izquierdo y otra más extensa alrededor de su cuello.
-Estás... Empapado¿Llevas mucho tiempo fuera?- Pregunté
-Uh,sí,más o menos- Me respondió algo nervioso.
-Mi nombre es Frank,Frank Iero ¿Y tu eres?- Dije para presentarme.
-Ah,Gerard,Gerard... Lee-
En ese momento me confundí ¿Su padre no se apellida Way? Bueno,sus razones tendrá.-¿No quisieras ir a mi casa? Si no quieres regresar a la tuya puedes venir conmigo- Me estoy arriesgando pero no tengo nada que perder.
-Hum,bien,iré contigo- Dijo con algo de inseguridad.
-No tienes porque estar nervioso,sólo quiero que seamos amigos- Dije con una media sonrisa.
-Está bien,gracias- Sonrió un poco y se levantó de sobre sus rodillas mientras yo le extendía una mano. -Gracias por ayudarme Frank- Dijo un poco mas confiado.
-No hay de que Gerard-
Salimos del cementerio en camino a mi casa,habían pasado unas 3 o 4 horas desde el funeral de Cheech,¿mi madre estaría muy preocupada? Espero que no,sinceramente no quiero ver a Linda enojada.
Después de 15 minutos de caminar llegamos a mi casa,abrí con cuidado el invité a Gerard a pasar.
Mi madre estaba sentada en el sofá favorito de mi padre mientras mordía sus uñas,al verme se levantó de golpe y caminó con pasos apresurados hacia mi.
-Anthony,¿Donde te habías metido? ¿Sabes lo preocupada que estaba? ¿Quien es este jovencito?-
Alegó mi madre fijando su mirada en Gerard.-Linda,tranquilizate,estaba en el cementerio,y siento haberte preocupado. Él es Gerard,el chico del teatro.- Respondí con el tono más creíble como pude.
-Lo invité a venir porque... Está empapado y... Se perdió de regreso a su casa- Mierda Frank ¿no se te pudo ocurrir algo más estúpido? Mi madre me miraba una mueca rara,empezaba a sospechar de mi "inteligente" excusa.-Es cierto señora Iero,no frecuento pasar por estas calles y al ir al cementerio a oscuras no supe como regresar- Dijo Gerard mientras fingía una sonrisa y rascaba su nuca.
-Dime Linda muchacho.Bien,vayan a secarse después ayudaremos a tu amigo a regresar a casa- Resopló mi madre no muy convencida.
-Gracias mamá- Le sonreí y le di un beso en la mejilla. -Sígueme Gerard- Le hice una seña y subí las escaleras.
-¿Frank?- Exclamó Gerard deteniéndose en el marco de la puerta.
-¿Si?- Declaré.
-Si me seco ahora¿Que me voy a poner?- Abrí los ojos como platos y me puse a pensar,soy demasiado enano para prestarle ropa,de ley no le va a quedar. Piensa Frank,piensa por una vez en tu vida ¿Que puedes prestarle a Gerard?
Entonces recordé,la ropa que compré online. Camisetas de mis bandas favoritas y jeans negros que llegaron a la puerta de mi casa tres tallas más grandes de lo que las había pedido.
-Yo te puedo prestar ropa,no hay problema- Exclamé con naturalidad.
-Pero soy más grande,no creo que me quede tu ropa- Observó Gerard con una risita y una pizca de obviedad en sus palabras.
-Sé que soy más pequeño que tú Gerard,hace un mes compré ropa en Internet y llegó tres tallas más grandes de lo que soy yo- Aseguré sacando una caja de zapatos empolvada de arriba del ropero,por lo que casi caigo sobre mi colección de discos.
-Aquí está,puedes quedártela,de todos modos pensaba regalarla- Le indiqué donde estaba el baño y le presté una toalla. Mientras yo me secaba en mi habitación y me ponía prendas limpias. Gerard salió del baño con el rostro rojizo,pensé que tal vez tenía fiebre.
-Gerard ¿Te encuentras bien? Parece que tienes fiebre- Toque su frente con la palma de mi mano y palpé sus mejillas,parecía que mientras más mantenía mi mano en su rostro se ponía más cálido.
-Estoy bien Frank,sólo... Estoy algo avergonzado- Miró a la derecha con inquietud y sonrío de lado.
Aparté mi mano de su cara y lo miré con algo de incomodidad.
-Creo... Que deberíamos bajar para que vayas a tu casa a menos de que prefieras quedarte hasta mañana- Le propuse para romper el hielo entre los dos.
-Hum,me parece bien,si es que tu madre está de acuerdo- Expuso Gerard con algo de alteración.
-Seguro,ahora vuelvo-
Bajé las escaleras corriendo y llamé la atención de Linda.
-Mamá- Articule con una sonrisa y un intento de voz tierna.
-¿Si hijo?- Dijo ella
-¿Gerard se puede quedar a dormir? Sigue lloviendo- La miré con ojos de cachorro y junté mis manos casi rogándole.
-Bien,Frank sabes que no es necesario que intentes convencerme de algo que sabes que tienes el si- Linda río y yo le seguí con una sonora carcajada.
Volví a subir las escaleras y Gerard esperaba sentado en mi cama,admirando su alrededor,llamando más su atención mi guitarra eléctrica.
-¿Te gusta?- Le pregunté,a lo que él se sobresaltó un poco y asintió con la cabeza.- Linda dijo que podías quedarte,sólo hay dos cuartos así que dormirás aquí. Hay una colchoneta debajo de mi cama,puedes dormir donde gustes- Saqué la cama de repuesto de abajo y coloqué una almohada y un par de frazadas en ella.
-Yo voy a dormir abajo,te quedas con la cama- Me recosté y me cubrí hasta la cabeza.
-Buenas noches Gerard-
Dije con rapidez,estaba cansado física y emocionalmente, no tenía tiempo para nada más.
-Buenas noches Frank,gracias- Susurró Gerard,bostezó y apagó la pequeña lámpara que había en mi mesa de noche.
Me sentí tranquilo por primera vez en 3 días.
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Change
FanfictionDos almas unidas por el dolor y la pérdida,juntadas por el destino,descubriendo la felicidad. No tengo la descripción original, después de que borré la historia perdí un montón de material jaja, sólo la vuelvo a publicar por nostalgia. Fue inspirada...