Awake

IV

—Seokjin acaba de entrar en una coma...—
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—¿Señor?— una voz suave se escuchaba.—¿Señor Kim?— se volvió a escuchar, pero esta vez con un suave toque en la puerta.

Namjoon se encontraba en su cama, las sábanas cubriéndolo por completo y el aura de su habitación no ayudaba. Todo estaba oscuro y frío.

—Namjoon, ¿está ahí? Siento la habitación fría...— la chica se cansó de esperar afuera y decidió girar la perilla, dándose cuenta de que estaba abierta.—Kim...— cerró la puerta tras sí y se acercó a la cama.—Señor Kim...—

—Rosé...— la voz grave y rasposa del mayor se dejó escuchar. La chica suspiró aliviada, al menos éste no estaba muerto..—¿Qué haces aquí?—

—Vine a verificar tu estado...— Rosé se sentó a su lado y posó una mano en el hombro del mayor.—Sungbae-nim, debería salir de aquí... Jisoo, junto conmigo y muchos más, estamos preocupados por usted...—

—No deberían...— la chica enarcó una ceja. Namjoon se acomodó, quedando sentado con su espalda hacia la pared.—deberían preocuparse por Seokjin, no por mí...—

—¿De qué...— Rosé suspiró.—Capitán, nos preocupamos de ti tanto como lo hacemos de Seokjin... ninguno es más importante que el otro... los dos son muy valiosos para nosotros y...— volvió a suspirar.—Sólo nos preocupamos por ti también...—

Namjoon se quedó callado. No hizo nada por un buen tiempo hasta que suspiró.

—Saldré en unos minutos...— dice finalmente. Rosé asiente, y con un leve pat en los hombros del mayor, se va de su habitación. Volviéndolo a dejar en su soledad. Hundido en sus sentimientos. Él no podía. Todos sabían que él no podía. Aún así, encontraba las fuerzas de quién sabe dónde y se levanta de su cama. Haciendo su rutina para prepararse y salir de aquella cueva fría y oscura.

Sus sentimientos andaban alborotados. No sabía qué pensar ni qué hacer además de pretender que estaba bien y no hacer preocupar a los demás, en especial a Hoseok y a Jackson. Los pasillos se sentían muy tranquilos, cosa que le calmó, pero al saber que Seokjin no vendría porque le estaba buscando, o porque le quería saludar antes de volver a trabajar, le dolía. Seokjin estaba en una coma y Namjoon todavía no sabía qué hacer ni pensar. Su mente divagaba en los abrazos y los labios del mayor, tenía miedo de que esos gestos no volvieran a pasar, pero una parte decía y le susurraba lo volverás a tener... Seokjin volverá a tus brazos y todo estará bien...

—Namjoon...— un pelirrojo de le acercó.—¿cómo estás?—

—Hoseok...— el peli-púrpura suspiró.—Estoy bien.— dijo con una sonrisa para luego volverse serio.—¿Algún progreso con el sujeto?—

—No lo hemos sacado de su habitación todavía, pero las cámaras lo captaron hablando de un tal Yoongi..— sacó su tableta.—me imagino que le sacaremos más información hoy...— devuelve su vista al peli-púrpura.—¿seguro de qué estás bien?—

Namjoon asiente, una sonrisa un tanto forzada en su rostro, pero aún se le notaba la poca sinceridad.—Tranquilo, Hope...— echa un suspiro.—Luego te cacho en el area de interrogaciones...— y con esto, sin dejar al mayor decirle algo, se fue. Sentía que sus ojos le picaban, pero no quería llorar en frente de Hoseok... Se rehusaba llorar en frente de Hoseok...

Minutos después, caminando hacia la cafetería, se encontró a Joy y a Yeri sentadas en una mesa. La mirada de Joy parecía perdida en quién sabe qué mientras Yeri sólo miraba a su tableta y anotando algo en una libreta gigante. Lo más que le pareció raro, fue que, cuando lo notaron, las miradas se volvieron apenadas.

Las dos se levantaron haciendo una leve reverencia.—Capitán....— Joy habló.—¿Cómo.... Cómo se encuentra?—

—Bien... estoy bien...—

—Sabe, es... es bueno que, de vez en vez, te desahogues y...— Yeri no pudo terminar ya que el peli-púrpura alzó la mano.

—Yeri, Joy..— miró a ambas.—Estoy bien...— sonrió.—Desayunaré, espero que ustedes ya lo hayan hecho y por favor...— suspira.—hagan su trabajo...— sin más, se fue a servir su comida, dejando a las dos presentes un poco abrumadas.

—¡Namjoon!— un castaño apareció.—Hey, buenos días...—

—Jackson...— el moreno estaba pendiente en lo que se servía en su bandeja.—Buenos días- ¿necesitas algo?—

—No... no necesito nada...— el castaño se mordió el labio inferior.—¿Estás bien?—

Namjoon suspiró. Se imaginó que le vendrían preguntas así.

—Sí, estoy bien..— contesta.—¿Vas a comer?—

—Sí, sí....— Jackson comenzó a servirse.

El silencio los opacó rápidamente. Namjoon se sentía tranquilo mientras Jackson sentía lo opuesto. Las vibras "tranquilas" que el menor le estaba enviando se sentían escalofriantes ya que era demasiada tranquilidad.

Ya sentados en una mesa. El moreno sólo comía tranquilamente mientras hacía algo en su aparato. La mirada de Jackson se sentía muy penetrante, cosa que comenzaba a incomodar al menor.

—Jack, ¿todo bien?— alcanza la mirada del mayor con sus ojos. El castaño echó un suspiro.—¿Jackson?—

—Nam, siento que me estás escondiendo algo...— Jackson habló.—¿en realidad estás bien?—

Namjoon sonrió como pudo. Obvio no estaba bien, pero no quería verse como si no lo estuviera..—Hyung, estoy bien, enserio...—

Jackson notó algo triste en esa sonrisa. Quería sacarle la verdad a su amigo, pero temía opacarle pues decidió quedarse callado. No antes de decir: "Sabes que, cualquier cosa, puedes confiar en mí..."

Dolía saber que, en cualquier momento, podía morir. Podía irse y nunca volver.

Desaparecerse como polvo en el aire, pero aún así presente.

Pendiente a todo su alrededor. Ansias de despertar, pero sus ojos no se abrían.

Sus ojos no pensaban abrir.

Una vocecita se escuchaba...

"Tranquilo, amor... no hay prisa... después despertarás y lograrás estar feliz"

Algo raro, pero estaba ahí...

"Seokjin..."  una voz le llamaba, "Seokjin... ¿te acuerdas de esa canción que siempre me cantabas?"

Su cuerpo se tensó, pero no se movió.

Escuchó esa dulce melodía que se acordaba que cantaba todas las noches que se desvelaba.

Su cuerpo comenzó a reaccionar al escuchar un adiós...

"No... no, ¡no, no!" No se pudo levantar.

"¿Por qué no me pude levantar?"