Schopenhauer "La metafísica del amor y de la muerte"

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Sean bienvenidos a este 3er encuentro. En el cual se tratará la filosofía de Athur Schopenhauer, en concreto hoy hablaremos de "La Metafísica del amor". Un libro que expresa varios de los pilares de donde Schopenhauer basó su filosofía. Estamos hablando de ideas como: El Dolor vital, la voluntad de vivir, la angustia, deseos y frustración, que lo hace uno de los más influyentes filósofos existencialistas del siglo XIX, Schopenhauer sostuvo muchas discrepancias con importantes filósofos como lo era Immanuel Kant, del cual criticó su sistema centrado en un idealismo alemán, de esto podemos deducir el porqué de su desaprobación a conceptos etéreos y a la inclinación de múltiples poetas a la exaltación del amor.

"Exigir la inmortalidad del individuo es querer perpetuar un error hasta el infinito"

La individualidad es elprimer punto que toca Schopenhauer. La individualidad para Schopenhauer es unerror, un error en el que el ser humano ha caído paulatinamente y que al mismotiempo lo ha convertido en un ser narcisista. El objetivo, dice Schopenhauer,es librarnos de él a través de dos acepciones de la vida humana. Éstas son la metafísica del amor y la metafísica dela muerte, los dos grandes medios para trascender la individualidad. Eros ythanatos. La individualidad, supone muchas cuestiones, llevan al hombre aignorar su importancia en el mundo sensible y en la trascendencia del mismo.Pero, ¿Cuál es la importancia que tiene el ser humano? La importancia del serhumano es para consigo mismo, Schopenhauer dice, que en el ser humano resideuna voluntad, la voluntad de vivir que encuentra su superficie en el amoretéreo pero que su raíz se recae en el instinto sexual. 

   El rechazo hacia la exaltación del amor etéreo en Schopenhauer, es evidente. Schopenhauer dice "Todo enamoramiento por etéreo que afecte ser, sumerge en realidad sus raíces en el instinto sexual". Sin embargo Schopenhauer está consciente de la dimensión que ha tomado el amor atmosférico en su sociedad, la emergente sociedad moderna, lo afirma diciendo "Se está generalmente habituado a ver a los poetas ocuparse en pintar el amor. La pintura del amor es el principal asunto de todas las obras dramáticas, trágicas o cómicas, románticas o clásicas, en las Indias lo mismo que en Europa; es también el más fecundo de los asuntos para la poesía lírica, como para la poesía épica; sin hablar del incontable número de novelas que desde hace siglos se producen cada año en todos los países civilizados de Europa con tanta regularidad como los frutos de las estaciones." Los seres humanos se han acostumbrado a atrapar mariposas en el aire cuando ya las han capturado se percatan del daño que han provocado en sus alas, con esta pequeña analogía queremos preparar el terreno para abordar un tema que está aún más implantado en el inconsciente del ser humano que cualquier amor lirico. Estamos hablando del instinto sexual. Schopenhauer nos dice que también somos esclavos del instinto sexual que es una especie de ilusión que también hace brillar nuestros ojos ante un engañoso espejismo de goce, pero que la diferencia crucial entre éste y el amor etéreo radica en el trabajo desinteresado en pro de la especie. Schopenhauer lo explica mediante la fabricación del nido de un ave, así busca el insecto el propicio lugar donde poner sus huevos, o bien se entrega a la caza de una presa de la que él mismo no ha de gozar nunca, sino servir de alimento a las futuras larvas, y la cual coloca junto a los huevos; así la abeja, la avispa, la hormiga, trabajan en sus construcciones futuras y toman las más complicadas disposiciones. En el ser humano este instinto ha definido los roles de género.

El hombre y la mujer tienen,como si se tratase de una idea platónica el deseo de la prolongación de suexistencia y la plenitud de ella a través de un nuevo ser, este ser asegurarásu supervivencia en el mundo sensible. En primera instancia a través decaracterísticas físicas. La primera de ellas es "La edad" En general, la mujer que elegimos se encuentraen los años comprendidos entre el final y el comienzo del flujo menstrual; portanto, damos decisiva preferencia al período que media entre las edades de dieciocho y veintiocho años. No nos atrae ninguna mujer fuera de las precedentes condiciones. Una mujer de edad, es decir, incapaz de tener hijos, no nos inspira más que un sentimiento de aversión. La juventud sin belleza tiene siempre atractivo; ya no lo tiene la hermosura sin juventud.

La segunda consideración es la salud, las enfermedades agudas no turban nuestras inclinaciones sino de un modo transitorio; por el contrario, las enfermedades crónicas, las caquexias, asustan o apartan, porque se transmiten a los hijos. La tercera consideración es el esqueleto, porque es el fundamento del tipo de la especie. Después de la edad y de la enfermedad, nada nos aleja tanto como una conformación defectuosa: ni aun el rostro más hermoso podría indemnizarnos de un talle desviado; aún más, siempre será preferido un rostro feo sobre un torso recto.

La cuarta consideración es cierta plenitud de carnes, es decir, el predominio de la facultad vegetativa, de la plasticidad, porque ésta promete al feto un alimento rico; por eso una mujer alta y flaca es repulsiva de sorprendente modo. Los pechos bien redondos y de buena forma ejercen una notable fascinación sobre los hombres, porque, hallándose en relación directa con las funciones genésicas en la mujer, prometen rico alimento al recién nacido. Por el contrario, mujeres gordas con exceso excitan repugnancia en nosotros, porque ese estado morboso es un signo de atrofia del útero, y, por consiguiente, una señal de esterilidad; no es la inteligencia quien sabe esto, es el instinto.

En resumidas cuentas el hombre es consciente de sus deficiencias y es por esto que se afianza a una mujer que solvente estas carencias con atributos físicos y viceversa es por esto, nos dice Schopenhauer que los hombrecitos prefieren a las mujeronas.

Schopenhauer nos dice que antetodo, es preciso considerar que el hombre propende por naturaleza a lainconstancia en el amor, y la mujer a la fidelidad. El amor del hombredisminuye de una manera perceptible a partir del instante en que ha obtenidosatisfacción; parece que cualquier otra mujer tiene más atractivo que la queposee; aspira al cambio. Por el contrario, el amor de la mujer crece a partirde ese instante. Esto es una consecuencia del objetivo de la naturaleza, que seencamina al sostén, y, por tanto, al crecimiento más considerable posible de laespecie. En efecto, el hombre con facilidad puede engendrar más de cien hijosen un año, si tiene otras tantas mujeres a su disposición; la mujer, por elcontrario, aunque tuviese otros tantos varones a su disposición, no podría dara luz más que un hijo al año, salvo los gemelos. Por eso anda el hombre siempreen busca de otras mujeres, al paso que la mujer permanece fiel a un solohombre, porque la naturaleza la impele, por instinto y sin reflexión, aconservar junto a ella a quien debe alimentar y proteger a la futura familiamenuda. De aquí resulta que la fidelidad en el matrimonio es artificial para elhombre y natural en la mujer; y, por consiguiente, a causa de sus consecuenciasy por ser contrario a la naturaleza, el adulterio de la mujer es mucho menosperdonable que el del hombre. 

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⏰ Last updated: Jul 15, 2018 ⏰

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