¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
recuerdo la noche presentándose escenicamente frente a nuestro pequeño refugio de tela donde solíamos pretender ser viajeros del universo, luchando contra los dragones de saturno para salvar a nequita; diosa de las constelaciones. y entre tantos viajes que emprendimos juntos tu presencia se convirtió en una necesidad rutinaria, sin ti no lograba esquivar meteoritos ni mucho menos salvar princesas de los planetas cuyos nombres inventados ya no me acuerdo. éramos apenas unos niños cuando descubrimos que aquello que tanto anhelabamos encontrar se había perdido en el espacio y debíamos ir a por ello con el corazón en mano y la esperanza goteando. así fue cómo le dimos comienzo a una de las más dichosas aventuras, sumergiendonos en el universo antes que la realidad y la vida adulta nos alcanzara. contamos las estrellas y saboreamos nubes de todos los colores (mis favoritas fueron tus labios), saltamos de planeta en planeta y recolectamos rocas lunares para nuestra colección de objetos que nos recordaban la inefabilidad de imaginar.
años despúes cuando nuestros caminos se dispersaron -yo seguía imaginando que eramos viajeros tratando de reencontrarse en un mundo perdido- mi abuela mostraba una expresión exhausta cada vez que le contaba sobre aquellos días en los que tus ojos aun seguían reflejando nebulosas, mientras que los mios escupian millones de estrellas cada vez que el recuerdo de tu risa invadía mis sueños.
-taehyungie, tienes que olvidarlo ya.
pero no podía, no quería olvidarme de las arrugas alrededor de tus ojos y ese aroma melifluo que desprendías, simplemente me hipnotizaba al igual que la pequeña flama de una vela recien encendida que captura la atención de quien la observase con detenimiento. me hubiera gustado verte florecer a mi lado, emprender nuevos viajes ajenos a lo fantástico y tomarte de la mano caminando hacia la escuela, un parque o el trabajo. pensé en llamarlos 'nuestros momentos', serían tan íntimos que nadie se atrevería a romper nuestra pequeña burbuja, tan únicos que la palabra nosotros comenzaría a pertenecernos, porque ambos sabemos que en la infinidad del firmamento no hay nadie como tú y yo.
pero esa misma noche en la que logramos desentrañar los secretos mas íntimos del universo, lo inesperado se hizo presente arrebatandome tu vida, tomándola entre sus manos celestiales hasta que el respirarte se me hacía un acto casi imposible.
