Capítulo 14

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POV GABY

El destino era un maldito hijo de puta cuando quería. Estaba sentada en la sala de espera de un hospital, a mi lado se encontraban Bastián y Gi.

Ya habían pasado 2 meses desde que nos enteramos de que la mamá de Tara, Piere y Luca había estado luchando durante mas de 6 meses contra el cáncer de huesos, pero que por más lucha que se diera nada iba a surtir efecto, y eso nos tenía devastados a todos.

Ella no era tan solo la mamá de mi chico y de mis amigos, ella había sido tan madre de todos nosotros como si ella misma nos hubiera dado vida.

Pero hoy nos encontrábamos en esta sala por que si bien ella no se daba por vencida su cuerpo si lo estaba haciendo y según el medico de cabecera era cuestión de nada para que sucediera lo que menos queríamos, por lo tanto, ella pidió que primero entráramos Gi, Bastián y yo para despedirse y luego entraran sus hijos.

Ella dijo las palabras más dulces que jamás alguien podría habernos dicho, sabía que sus tres hijos eran de lo más terco que existía en el mundo, pero así también sabía que nos llevábamos lo mejor de su vida, sus tesoros más preciosos, y que sabia que algunos tiempos iban a ser malos, pero sobre todo nos pidió paciencia, ella sabía que después de su partida los tiempos iban a ser duros pero confiaba en nosotros para sacar a sus ángeles del pozo del que cada uno callera cuando ella ya no estuviera en nuestras vidas.

Mientras recordaba el ultimo abrazo que nos dio a cada uno de nosotros tres, recordar que ella no iba a conocer a nuestro bebé, sentí como mi corazón se partía un poco más si eso era posible, sentí como lagrimas comenzaban a caer nuevamente por mi rostro, y a cada uno de mis lados tenia a alguien agarrando cada una de mis manos.

Estábamos los tres agarrados de nuestras manos, cuando sentimos el llanto desgarrador que venía desde la habitación, y automáticamente supimos que esa hermosa mujer la cual amábamos como nuestra propia madre había fallecido, sentí la tensión emanar del cuerpo de Bastián, era el llanto de su esposa el que se escuchaba, y él no podía hacer nada hasta que ella saliera de la habitación, pero a la vez lo sentí levantar esa armadura impenetrable en la cual ocultaba su dolor propio por que iba a ser el pilar de apoyo esencial para mi amiga Tara, cada uno de nosotros tenia que armarse, por que los tiempos iban a ser difíciles, y esta familia que era el gran ejemplo de amor verdadero para cada uno de nosotros había sido golpeada por algo más fuerte que cualquier fuerza de la naturaleza, esta familia había perdido a uno de sus pilares, y nosotros tres íbamos a soportar lo que fuera para sacarlos adelante, por que eso es lo que haces por las personas que amas.

No me desafíesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora