Capítulo XIII

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               POV Natalia

Dylan me había acompañado a mi casa para ver a Manuel,aunque ya se fue para arreglarlo con su primo.Aún estaba preocupada por Estefan.Ahora seguro que no me quería ni ver.Caminé a la entrada,recorde entonces a la niña.¿Que era ese monstruo?Ya lo resolvere,ahora solo quiero ver a mi hermano.Quería sentirme humana por lo menos un momento.Lo eche tanto de menos.Vi que la puerta de entrada estaba abierta y entre en la casa.Todo estaba igual,algo sucio pero igual.Escuche voces en la cocina y me tense.Pero me tranquilice al escuchar la voz de mi hermano.

-Pues habrá otra manera-no hice ruído para ir a la cocina-Seguro que ella aceptará,soy su hermano y me hará caso-me quedé quieta.¿Hablaba de mi?Me puse al lado de la puerta y esperé a oír.No olía la sangre,¿Estaba hablando solo?

-Ya pero esta saliendo con Dylan,no será fácil.No la dejaran ir tan facilmente-replicó una voz femenina...Elizabeth.No respiré,no quería hacer el minímo ruído.¿Estaban hablando de unirme a ellos?No,no puede ser.Manuel era mi hermano,mi acompañante en mis penas y alegrias.Pero él estaba con Elizabeth,nuestra...madre.Entonces el lo sabía,me lo había escondido.Natalia,se nota que eres muy joven para saber que las personas nunca son como te las esperas,la voz de Dylan ocupó mi mente.Quise jadear pero me asuste por si me escuchaban.Me quede inmóvil oyendo lo que decían.

-Dejalo en mis manos,mamá-me dio un escalofrío al oír como llamaba a esa cosa "mamá"-Natalia es demasiado primeriza en esto.Aunque me debes algo-los pasos de Manuel se acercaban y sentí que la sangre abandonaba mi cuerpo.Se paró cerca de la puerta y casi suspiro de alivio-¿Por qué me dejaste con ella?Yo quería ir contigo-me quede quieta escuchando su respuesta.

-Manuel,si os llevaba vuestro padre me hubiera descubierto.Tenías que quedarte con ella solo un tiempo para estrechar lazos-una lágrima de deslizó por mi mejilla aunque seguía inmóvil-Dile a tu hermana que es de mala educación escuchar a escondidas-inspire con fuerza,haciendo el ruído suficiente para afirmar que estaba allí.Mierda me habían descubierto.Alguién abrió la puerta y vi a Manuel,con sus ojos verdes mirandome furiosos.Él nunca me miraba así,pensaba que me quería.Tenía su pelo rojizo despeinado y con los reflejos mas brillantes.Llevaba una sudadera azul y un pantalon corto.En sus pies no tenía nada pero en su muñeca si.El reloj.Ese reloj bañado en oro con diamantes incrustados que tanto reluce.Manuel me cogió de un brazo con fuerza y me llevó a rastras a la cocina.Ahi estaba Elizabeth,sentada en una silla al lado de la mesa donde comemos.No tenía la capucha de la toga roja puesta y su pelo rojizo descansaba por su espalda y hombros.Ella al verme sonrió casi con afecto.Yo la miré irradiando odio,me había utilizado esa perra.Y quería volver a utilizarme.

-Hola Natalia,sientate tenemos que hablar-señalo una silla delante suya y miró a Manuel-Suelta a tu hermana,le vas a hacer daño-la verdad es que Manuel tenía mucha fuerza.Demasiada diría yo.Mierda cada vez era más débil porque no me alimentaba.

-¿Que importa si me hace daño?Hace siete jodidos años no decías lo mismo-escupí.Elizabeth frunció el ceño y Manuel intensifico su agarre.Hice una mueca de dolor,parecía que sus dedos me atravesaban el hueso.La pelirroja frunció el ceño.

-Manuel-reprochó.Él suspiró y me empujó a la silla.Mire a Elizabeth enseñandole los dientes.No tenía fuerzas para luchar,ni siquiera para correr-Mira hija...

-En tu vida me llames hija-le corte tajante-Yo ya no tengo ni padre madre ni hermano-ella me miró alzando una ceja y suspiró.

-Como quieras Natalia-parecía que se dirigía a una niña pequeña.Eso me enfureció más-Me imagino que querras saber porque me fui.

-No quiero escuchar tus mentiras,Dylan ya me lo contó-dije.Ella no me va a comer la cabeza con sus mentiras.Manuel se cruzó de brazos y me miró con reproche.

-Natalia,escuchala.Seguro que ella te lo explicará mejor-yo cruce las piernas y los miré amenazante.Pero me dolía ver que mi propio hermano me había traicionado de esta manera tan ruín y miserable.Si lo seguía queriendo,aun no me creía que él me hubiese hecho todo esto.Era como un sueño y quería despertar ya.

-Eres libre de marcharte despues de explicartelo-yo la miré sopesandolo por un momento.Decidí que me lo explicara y asentí.

-Adelante,no tengo tiempo-dije para apresurarla.Ella puso las manos en su pelo,peinandolo con delicadeza.

-Me fui para protegerte.Tu padre no me quería dejar entonces decidí que,cuando tu hermano hubiera madurado y sabido cuidarte,dejaros en esta casa.Alejarme de vuestro padre me ha complicado bastante,ya que es muy terco.Me estuvo siguiendo años y años.Por eso tarde tanto en volver.Te protejo de tu padre,Natalia.Él era un licantropo importante en el clan,te había hecho daño.Haría lo que sea para que su clan fuese el más importante.Lo que sea incluye educar a sus hijos de manera que odiasen todo lo que se les ponga por delante y entrenarlos para pelear.Cuando me deshice de él me surgieron más problemas,como vampiros.Yo tenía genetica vampírica pero muy pobre,aún asi pude vivir muchos años con vuestro padre.

>>Pero unos vampiros me mordieron y me convertí en híbrida.Estos años he estado esperando que se me pasase la sed para poder volver con vosotros.Vuestro padre no volvió aquí al parecer.

-Pero Dylan me dijo que tenías un diario-su explicación tenía lagunas.Se había saltado bastantes cosas.Ella sonrió sin gracia.

-Dylan siempre fue demasiado curioso,se mete muchas veces por donde no le llaman y no siempre su lógica es cierta-yo la miré interrogante.

-¿A que te refieres?-ella aún tenía esa falsa sonrisa en su cara.

-Ese diario no es mío,se lo deje ahi para confundirle-yo la miré entrecerrando los ojos.

-Como se que dices la verdad-me sonaba todo a una mentira bien estudiada.Elizabeth se removió de su sitio para cruzar las piernas como yo hacía.

-Pídele el diario a tu novio,verás que no es mío ya en la portada-su sonrisa ya me parecía inquietante.Parecía pintada en su cara y eso me dió un escalofrío.Note el conocido sentimiento del miedo apoderandose de mi cuerpo y tragué saliva.Todo me parecía tan irreal...

No sabía a quién creer.

Diez Noches Para OlvidarmeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora