Las Guardianas de los Mundos.

Nuestro Inicio en el Pueblo Fatality.

Todo comenzó con aquella explosión... En aquel fatídico día...

Se aprecian dos chicas flotando en un espacio extraño completamente negro, ambas inconscientes.

—Ustedes dos son las elegidas... A partir de este momento deben derrotar a la persona que amenaza contra los mundos y sus secuaces. –habló una misteriosa voz.

—Es una real lástima lo que pasó... –dijo otra voz.

—Ellas poseen el poder suficiente para lograr esta misión... después de todo, ellas son... Las guardianas de los mundos. –una tercera se hizo presente.

—No me gusta tener que darles tal peso en los hombros a unas chicas como ellas... Pero... no hay opción. –hablo alguien más, quien parecía ser la voz del líder–Shiroyami Alice y Ōkami Nix, ustedes y sólo ustedes son las calificadas para cuidar de los mundos... El brillo de los mundos reflejados en sus símbolos, son la prueba de ello.

Los símbolos que ambas poseían brillaron un momento, tornándose de un color morado, cuyo resplandor cubrió el cuerpo de las chicas, antes de desvanecerse del lugar para caer en un mundo desconocido.

—Estaremos esperando por ustedes...–hablaron las cuatro voces al momento de brillar los símbolos.

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Una peli-morado y una peli-lila casi llegando al blanco se encontraban recostadas en el verde pasto de una colina. Ambas estaban inconsciente; una de ellos con cola y orejas de lobo, y la segunda con alas de un blanco puro, las dos se encontraban con su vestimenta sucia, como si hubieran estado en una batalla.

Poco a poco, la luz del sol comenzó a molestarles, provocando que abrieran sus ojos, y los volvieran a cerrar. Cuando su vista se acostumbró a los rayos del sol, se levantaron quedado sentadas en el pasto, y miraron a su alrededor; no sabían dónde estaban, no reconocían el lugar.

Siguieron viendo el panorama, hasta que sus vistas se encontraron y se miraron unos segundos; se reconocían, se habían visto unas cuantas veces antes de que todo eso pasara.

—Emm, ¿hola?—hablo la chica ángel.

—Uh, hola...—contesto un poco extrañada la chica bestia.

—Este... ¿sabes dónde estamos?—preguntó volviendo a ver el lugar; solo veía árboles y más pasto.

—No lo sé. —contestó viendo el cielo azul, aún sentada en su lugar

—Ya veo...—cerró sus ojos la peli-lila y se levantó de su lugar—En ese caso...—abrió sus ojos lentamente y de entre sus ropajes sacó un monóculo—Veré si puedo ver algo de entre unos kilómetros. —se colocó el objeto y observo a través de el—Pues... parece que hay un pueblo a unos cuantos kilómetros... Tal vez...

—... Lleguemos en unos 3 minutos si vamos a alta velocidad. —completó la frase la hibrida dejando con la boca abierta a la ángel.

—¿Cómo...?

—Vista súper desarrollada. —presume con una sonrisa de superioridad.

—Hmp, ya... Y, es en un solo minuto con súper velocidad. —dice son una sonrisa de diversión.

—¿Qué...?—la desconcertada loba no pudo salir de su sorpresa cuando la ángel abrió sus alas, la tomó de los brazos y voló por los cielos hasta llegar al pueblo que había visto— ¿Cómo...? ¿Pero...?