054. Cassandra: La Hija.

496 59 0
                                    

Lo que una vez de sus manos se alejó.

-Estoy seguro, Cass.

-Está bien.

Me siento resignada, una reacción rara al recibir algo que, alguna vez, deseé con todo mí corazón. Recibo el sobre en silencio y lo coloco en el peinador.

Hay algo aterrador allí: La prueba de que fuí olvidada por la única persona que pudo amarme, la corroboración de que nunca tuve oportunidad alguna de vivir una vida normal y solo existo para otros.

-Me marcho,- Dijo él, dándose media vuelta,- A tu madre no le gustará verme por aquí.

-No eres tú,- Intento defenderla,- Es algo con los dioses del Inframundo.

-Lo sé, no te preocupes,- Me observa desde la puerta de mi habitación,- Le diré a tu hermana que le envías saludos.

-Gracias.

Cuando Tánatos cerró la puerta, me quedé de pie, observando el sobre donde cuidadosamente había guardado la fotografía.

Había algo escrito con un boli azul, en la parte inferior derecha.

"A. Nóvikov."

Ese debía ser su nombre. A pesar de la (potencial) terrible verdad que contenía, decidí que de nada me sirve dejarlo allí, un recuerdo constante de algo pendiente y desconocido.

La foto estaba rota por la mitad.

Ahí estaba él, un hombre joven con un traje que le queda un poco grande. Era en blanco y negro, pero su piel se notaba clara, al igual que sus ojos.

No puedo encontrar ningún rasgo familiar, nada de él se parecía a mi. Me entristeció, pero no es realmente una sorpresa: sé que madre me dió a luz habiendo arreglado todo para que fuese parecida a ella y, especialmente, Perséfone.

Detrás de la foto había algo más escrito.

"+ Alexandr Nóvikov"

Había alguien más en la foto.

¿Una esposa? ¿Toda una familia?

Quiero saberlo, y ya sé a quién pedir ayuda.

-o-

Granada | Fruta Prohibida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora