¡Gracias por leer! espero que sea de su agrado.
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Alfred luchaba fervientemente contra uno de sus peores enemigos, pero, estaba siendo derrotado por su oponente. Su energía se esfumaba mientras que sus ojos se volvían pesados, se cerraban; su escudo poco a poco comenzó a perder altura, esto estaba mal, muy mal, era la única defensa que le quedaba. Si lo dejaba caer, estaría perdido.
"Plap"
El pesado libro con el que se escondía calló de lleno en el escritorio mientras que, rendido, la joven cría de dragón comenzaba a respirar profundamente y al resoplar con el rostro sobre el escritorio, nubecillas de ceniza blanca salieron de su nariz, tiznando la superficie.
Arthur se aclaró la garganta cuando al darse media vuelta y dejar la pizarra a medias sobre runas antiguas y su significado, se dio cuenta de lo que había pasado.
Al, se había quedado profundamente dormido y ahora echaba tizne de su fuego interno sobre la mesa como si se tratara de baba.
—Dios mío. No puedo creer que se haya quedado dormido.—Dijo Arthur acomodándose los lentes redondos que le ayudaban a su cansada vista de profesor.—¡Si entender y poder leer runas es lo más...!
—Aburrido que puede haber para un joven amo como Alfred.—Terminó diciendo Alice que entraba al despacho donde Arthur le daba lecciones a Al.
El lugar estaba tapizado de mapas, libros y frascos con especímenes en líquidos extraños y coloridos, tales como plantas exóticas del oriente y peligrosas y pequeñas partes de animales desconocidos. La luz del gran ventanal hacía de única fuente y las motas de polvo (que eran muchas) flotaban contra esa luz brillante. El aroma a papiro y tinta había sido aminorado por el chocolate caliente y las galletas de mantequilla y naranja que Alice había recién preparado para Alfred.
—Silencio Alice.—Dijo Arthur avergonzado y molesto.—No entiendo porque esta tan cansado estos últimos días.—Suspiró y tomó una vara larga y de punta curveada y con un afán por despertar a su pupilo, Arthur dio un golpe seco al escritorio manchado de tintura verde de Alfred para despertarlo.
El golpe espantó solo mas polvo, pero no despertó a Alfred.
—Pff...
—¡No es gracioso!
Alice cubrió su boca al reprimir su risa y ahora siendo su turno para intentar despertar a su joven amo, colocó con cuidado el chocolate espumoso que humeaba en la tacita blanca de porcelana cerca de Alfred y un par de galletas con forma de flor. Lo prudentemente cerca para que Alfred no las tirara al suelo por error cuando despertara.
Arthur observó lo que hacía Alice con una ceja arriba y esperó a que su método no funcionara.
La nariz de Alfred dejo de echar tizne y aspirando profundamente, una pequeña llama del tamaño de la cabeza de un fosforo naranja, salió de su boca cuando suspiro al despertar. Abriendo los ojos lentamente. Alfred parpadeó alegre al ver su aperitivo, pero luego con una sacudida, se irguió nervioso al recordar que se había quedado dormido a media lección.
Arthur se aclaró de nuevo la garganta con una tosecilla falsa y cruzando los brazos sobre su pecho esperó a que Alfred hablara.
—Lo siento.—Dijo arrepentido y apenado.— Escondiendo sus manos y encogiéndose de hombros.
—Sigh.
Arthur suspiró y le sonrió.
—Olvídalo Alfred.
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Cría de Dragon
FanfictionAlfred es la nueva adquisición de Arthur, una joven cría de dragón con futuro incierto. ¿Qué es lo que en verdad trama el mago del linaje Kirkland? ¿Cuáles son sus verdaderas intenciones?