Llevábamos así como 10 minutos. Júlia estaba muy relajada, ya no lloraba y seguía haciéndome caricias en la nuca, haciendo que mantuviera mis ojos cerrados.
Al ver que se movía un poco, moví mi cabeza para ver que hacía y se levantó lentamente haciendo que no hubiera más de 4 dedos de distancia entre sus labios y los míos. Ninguno de los dos se movía, mi mirada posada en sus labios, la suya posada en los míos. Quería y necesitaba besarle, tanto tiempo sin probar esos tentadores labios...
- Eh... Se ha hecho... Tarde- Se separó un poco. Su nerviosismo se notaba a kilómetros. - Creo que debería irme. - Teniendo en cuenta que como mucho habían pasado 20 minutos desde que habíamos llegado... Se notaba que era una excusa para marcharse.
- Em... S-sí cla-claro- ¿Yo tartamudeando? En mi vida me había pasado algo así. "Eric, ¿Qué te está pasando?". Tosí intentando lograr hablar normal. - ¿Volverás pronto?
- ¿Quieres que vuelva?- "No quiero que te vayas nunca"
- Sí, eres muy buena compañía- Un sonrisa gigantesca se formó en mis labios y ella, como si de un espejo se tratase, también sonrió dulcemente.
- Gracias. Pues intentaré venir mañana para ver como estás y si necesitas algo...- Era incapaz de mirarme a la cara.
- Claro, hasta mañana entonces, Júlia. ¿Prometes que vendrás?- Levantó su mirada y por fin, me miró a los ojos. Eran tan bonitos...
- Lo prometo.
Punto de Vista de Júlia
Estaba andando por la calle de camino a casa y... ¡Madre mía! Casi me besaba con Eric... Y lo peor de todo es que me hubiese encantado, pero no le iba a besar estando con Diego. Se lo que es eso y no es para nada agradable. Así que decidí llamarle y cortar con esto, no sentía lo mismo que al principio y sobre todo, había una persona que ocupada mi mente las 24 horas de día: Eric. Busqué en la agenda su número y marqué:
- Hola Diego.
- Hola cariño, ¿Cómo estás?
- No quiero enrollarme más. Diego, no siento lo mismo que al principio...
- Uf... Menos mal. Ya estaba cansado de fingir.
- ¿Perdón?
- Que no me gustas ni me gustaste en ningún momento, Júlia.
- ¿Entonces por qué estabas conmigo? No entiendo...
- Casa en Francia asegurada y gratis.
- ¿Y por qué me lo dices así y ahora?
- Pretendes que cortemos y dejarme mal, pues no me da la gana: Te dejo yo y te cuento la verdad, para que te quedes tú peor que yo.
- Pues vete a la mierda.
- Adiós Júlia, sé feliz con Eric, que anda que no se nota que te gustaba y te gusta ahora, a ver si te crees que uno es tonto. Como mirabas su foto... Como llorabas alguna que otra noche...
- Que te den Diego- Y colgué.
O sea, me había utilizado para tener casa gratis en Francia, esto es de locos vamos. Menos mal que ya había cortado con él y me lo había quitado de encima. Quería hablarlo con Jorge así que le envié un mensaje para que viniera a mi casa, yo llegué en 20 minutos y no habían pasado más de dos cuando llamó al timbre. Que rapidez:
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Vete, pero quiero que te quedes
Novela JuvenilQue cosa tan complicada el amor, y para ellos no iba a ser menos. Júlia y Eric se amarán. Pero, como en toda relación, hay ciertos obstáculos y ciertas dudas. El pasado, en el pasado se queda. Pero, ¿Y si vuelve? ¿Y si encima vuelve para estropearl...