El Otro Talento de Nathanaël. AdrieNath (Yaoi-Gay)

Capítulo 88:

Narrador Omnisciente:

Cuando Adrien puso un pie dentro de la mansión, varios pares de ojos se posaron sobre él. Había agentes uniformados de la policía, otros de traje eran personas conocidas que contrataba su padre, y por último estaba Nathali, que reflejaba una clara expresión de alivio.
Una vez que todo quedó aclarado y todos se habían retirado, quedó a solas con la mujer, en un silencio ciertamente incómodo.

-Mañana será tu último día en la escuela, volverás a ser educado en casa. Tu padre no quiere que regreses con ese muchacho, supuso que asiste a esa institución.
» También quiere tener una videollamada dentro de unos días.- El mismo tono frío y profesional de siempre.

Un simple asentimiento por parte del rubio fue lo único que hubo.
La mujer, al ver al chico el cual había visto crecer y que claramente le había tomado cariño, trató de animarlo con lo primero que se le vino a la cabeza.

-Adrien, tu padre sólo tratá de hacer lo que mejor le parece para ti. Y...

- ¿Lo mejor?- La interrumpió con un tono cortante y frío.- ¿Hacer sufrir a dos personas es lo mejor?- Levantó la mirada encontrándose con la expresión triste de la mujer, que lo escuchaba atentamente.- Se supone que cuando alguien ama a sus hijos debe amarlos incondicionalmente, o por lo menos escucharlos para tratar de entenderlos. Pero él...- La verdad es que no sabía como continuar con esa conversación.

-Adrien, si yo pudiera hacer algo...- Trató de decir Nathali, poniendo una mano en el hombro del chico en señal de apoyo.- No es que no te ame, sólo es que su visión del mundo es distinta a la tuya. Tal vez si le explicas, entendería que es lo que sientes, pero cuando te hable, también trata de escucharlo y entenderlo. Es lo único que puedo aconsejarte.

- Pero él no va a escucharme, jamás lo hace. Y menos en esta situación.

- Por lo menos inténtalo. Tu tampoco sabes por qué piensa así.

Esas palabras estuvieron rondando por la cabeza del rubio durante casi todo el día.
Algo de esperanza había crecido en su interior.