Capitulo 7: Un perro

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Yo estaba durmiendo tranquilamente hasta que la humana que me "cuidaba" me despertó:

—Hola Sofia— Dijo ella— ¿Quieres salir afuera?

Ese "afuera" no era lo que yo esperaba, creía que íbamos a ir al bosque, pero fuimos a un lugar llamado "patio", tenía tierra, pero estaba rodeado de "paredes", y sólo había un árbol, nada mas.

Me dejó moverme libremente por ahí, pero tampoco había mucho lugar por donde ir. Todo era bastante aburrido hasta que la humana gritó:

—¡Roberto!— Dijo ella muy enojada—¡Ven aquí!

Entonces vino una especie de lobo bastante raro, pero venía muy feliz, supongo que no sabía lo que le esperaba....

—¡¿Tu hiciste esto?!—Dijo ella señalando a un "jarrón" bastante bonito que estaba todo destruido.

Supongo que "Roberto" era ese lobo extraño, ya que había venido cuando dijeron su nombre. Roberto estaba muy triste, se nota que lo sentía, pero eso hizo que la humana se enojara aún mas, porque ahora sabía que él había roto el "jarrón".

—¡Eres un muy mal perro! (No tengo ni idea de lo que es un "perro", pero eso dijo ella)— Dijo la humana muy, muy enojada—¡Esta noche no tendrás cena!

Eso me hizo acordar cuando mi padre se enojaba conmigo por hacer algo que el no quería que hiciera, y no me dejaba comer esa noche.

La humana se puso a limpiar lo que "Roberto" había hecho, entonces quise conocerlo:

—Hola, yo soy Kia— Dije yo intentando ser amigable— Eres Roberto, ¿Verdad?

—Si, así es— Dijo él, todavía un poco triste por lo del jarrón—Pero....¿Tu no te llamabas Sofia?

—No— Dije yo— Mi verdadero nombre es Kia, Sofia es el nombre que me puso la humana.

—En ese caso....— Dijo él— Mi verdadero nombre no es Roberto, sino que es el nombre que me puso mi "dueña".

—¿Dueña?— Dije yo— ¿Qué es eso?

—Asi es como llamamos a los humanos que nos cuidan— Dijo él.

—Ahh....— Dije yo— ¿Y cual es tu verdadero nombre?

— No lo sé— Dijo él— Nunca lo supe.

—¿Y que nombre quisieras tener?— Dije yo.

—Tampoco lo sé— Dijo él— De todas formas, preferiría cambiar de tema.

—¿De que quieres hablar?— Le pregunté.

—¿Cómo es que me entiendes?— Dijo él— ¿Como entiendes lo que digo?

— ¿Porqué no te entendería?— Dije yo— Si puedo entender a un humano, ¿Porqué no entendería a un....? ¿Eres un lobo, cierto?

— Jajaja— El se empezó a reír—No, no soy un lobo, yo soy un perro (Así que eso era un perro....). 

— Mmm....— Dije yo— Un perro.... No, no me suena.

—Jajaja— Empezó a reírse otra vez— Pero.... ¿Porqué pensaste que yo era un lobo?

— Es que te pareces un poco a uno— Dije yo.

— ¿Cómo sabes como es un lobo?— Dijo él— ¿Acaso has visto a uno?

—¡Técnicamente yo soy un lobo!— Dije yo sorprendida por la pregunta.

—Pero....— Dijo él— Si tú eres un humano.

—Ah cierto— Dije yo— Me había olvidado de que yo ahora soy un humano.

—¿Que?— Dijo él— No entiendo lo que me tratas de decir, ahora tendrás que explicarme todo desde el principio.

—Bueno— Dije yo— Por mi está bien.

Estaba por contarle mi vida a Roberto, pero justo vino la humana que me cuida, o "dueña", como Roberto me enseñó a decirle, y dijo:

—Sofia— Dijo ella— ven adentro.

Yo no quería entrar pero ella me dijo:

—Roberto puede jugar otro día— Dijo ella pensando en que nosotros estábamos jugando, porque no podía entendernos— Además, el está castigado, y le vendría bien estar un tiempo a solas.

Yo me tuve que ir a dentro, ahora me siento mal por Roberto, además, ahora el debe querer saber aun mas lo que yo le iba a contar. Talvez mañana lo vea otra vez, por ahora, me quedaré adentro.


Mi doble vida: Una historia de lobos y humanosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora