por un raro eclipse (Steter)

¿donde mirar?

1 año.

Peter

Hace un mes que llego Talía con su familia, su esposo, un hermoso omega debo admitir, muy educado y gentil, aunque no puedo decir lo mismo de sus hijos. Laura, la mayor, demasiado parlanchina para mi gusto, además de insistente, es un fastidio estar en un mismo techo. Derek es harina de otro costal, callado como mudo, y creo que me odia.

Talía esta al tanto de lo que ha sucedido en la manada, el territorio es grande, le he comunicado mi deseo de irme de aquí, ella para mi sorpresa me pide que me quede, un alfa líder no basta, sino dos como siempre ha sido, yo no dude en mandarla al diablo, porque yo la lidere por casi dos años solo, creo que ella está bien capacitada.

Además...no quiero lidiar mas problemas...

Ya es casi realidad que nos enfrentaremos en batalla contra los jaguares del oeste, Kate argent, traidora del clan, ha reunido un considerable número de ellos en nuestra contra, llenándolos de mentiras, las razones del porque lo hace solo las sabe Chris, pero no creo mostrar gran interés en eso.

Me iré por el este al pueblo humano, me quedare unos días y me iré por autobús a los Ángeles, en ese punto tomare un avión a Vancouver y dentro de una década volver.

Claro que cada noche mi lobo trata de convencerme cada mes menos de ese plan.

El cachorro stiles, crece rápido cada mes, ya sabe caminar mejor en sus cuatro patitas, también puede comer cosas sólidas, lo sé porque yo he estado presente, lejos de su mirada pero no de la mía, como vil acosador entre los arboles observando el patio, donde siempre en las tardes juguetea y Claudia tiende la ropa.

Entre más rápido me vaya, menos me arrepentiré a última hora de irme.

-¿enserio tienes que irte?-

Oh, siempre la misma maldita pregunta de las películas.

-Talía...es mejor tomarme un respiro de todo lo que ha pasado, no fue fácil ser líder de una manada tan joven solo-

-pero ya llegue ¿no?, es mejor estar juntos en familia-

Maldita hipócrita, como no, si desapareciste sin mandarnos una miserable postal en todo este tiempo.

-Talía, ¿no crees que es un poco hipócrita de tu parte decir eso?, mira que te fuiste por muchos años sin decir nada, ni una visita o una carta, ni siquiera una miserable llamada, mira que enterarme que tengo sobrinos de esa forma no es nada bonito, de todas maneras no siento mucho apego a la manada-

-si cambias de opinión, solo debes volver-

Si claro...

Salgo de la cabaña del alfa, tomando una mochila pequeña con suficientes mudas de ropa humana, zapatos, y dinero con pasaportes. Me lo ato a mi pierna con cuerdas flexibles y estirables al cambio, me desvisto quedándome desnudo entre los arbusto y empacarlo junto con lo demás. De un salto me transformo en un gran lobo gris. Asegurándome que está bien atada a mi pata trasera, comienzo a caminar por un sendero hacia el este, hacia el pueblo humano.

Son las 4 de la tarde, los guerreros tienen su descanso ahora, el camino a estas horas es muy poco transitado, no quiero ver a nadie que me detenga en mi salida. No quiero ver rostros decepcionados, ni el feliz de whittemore que me largo de aquí, pero sobretodo no quiero ver la carita de ese bebé.

Supongo que esta en el comedor comunal de la manada, un proyecto mío orgullosamente hecho, debe estar con su madre y las otras hembras en la cocina, así está mejor, entre más lejos mejor.