Aun siendo de noche la brisa del cálido verano llena la habitación, la luna en lo alto es la única luz que nos rodea mientras estamos acostados, el tiempo pasa, solo escucho el reloj con su singular tic-tac.
Shu no podía evitar sentirse nervioso, tan pronto llegó del trabajo le dijo a Eichi que quería decirle algo pero simplemente no salían las palabras de sus labios, entraron en la habitación en silencio y así pasaron varios minutos que habían parecido una eternidad, sus manos tiemblan y cada vez que quiere decir algo inmediatamente calla. ¿Cómo podría decirle a Eichi que lo ama? No es lo mismo darse cuenta de sus sentimientos que enfrentarse a la realidad que estos suponen.
--Shu, sabes, ya es tarde, si es algo sobre los gemelos o el trabajo, tal vez podamos hablarlo mañana.
Susurro Eichi en un intento inútil de hacer ruido y evitar que Shu escuchara los latidos de su corazón, sentía que en cualquier momento se daría cuenta del nervio que lo invadía, no podía evitarlo, nunca había pasado tanto tiempo en esa habitación llena del aroma del único hombre que lo ha hecho tener esos sentimientos que no son normales. Constantemente se cuestionaba por qué se enamoró de Shu.
--No tiene relación con el trabajo – Contestó Shu, en una voz apenas audible –Lo que debo decirte...Solo nos concierne a ti y a mí.
--Ah, ¿Es algo malo?
--No
De nuevo hay silencio, Eichi se incorpora tratando de poner distancia al tiempo que en su mente se hace mil y un teorías, cuestionándose que podría ser lo que tiene tan serio a Shu, abre el ventanal que dirige hacia un balcón, el cual ofrece una vista maravillosa de la ciudad con sus luces y el ruido típico que sirve de distracción de los latidos de su corazón, su mirada se posa en la luna llena que ahora está en lo más alto del cielo irradiando una luz única, al mirarla un pensamiento cruzó su mente: Este sería el ambiente perfecto para unos amantes, el contraste de la luz de luna y la oscuridad de la habitación...claro si fuéramos un hombre y una mujer.
--Me gustas
Fue lo que dijo Shu en un tono serio, fuerte y claro, sin titubeos pero lleno de amor, solo dos palabras pero sonaron como música de ángeles, sin embargo Eichi simplemente apretó sus manos alrededor del balcón intentando encontrar la lógica a lo que acababa de escuchar.
--Eichi, ¿Me escuchaste?
Sentía como se iba acercando a él, se repetía a si mismo que debía haber algún error, que no debía referirse al mismo tipo de gustar.
--Sí, tú también me gustas, ya sabes hemos estado por un tiempo trabajando y viviendo juntos, es lógico que...
Fue interrumpido por un abrazo, percibía la respiración ligeramente agitada de Shu, quien lo abrazó fuerte y se pegó más a su espalda tratando de reducir al máximo la pequeña distancia que los separaba
--No es por que seas mi compañero en QUELL, no es...Ese tipo de gustar, no me hagas esto por favor, sabes que no soy bueno con las palabras
Lo dijo en una súplica por que fuera entendido, llegado a este punto lo único que quedaba era ser sincero, Shu sabía que tenía que ser directo como solía hacerlo pero esto era más importante que cualquier cosa que haya enfrentado, su corazón estaba agitado, sus manos sudaban y no encontraba la forma de transmitir correctamente sus sentimientos. Libero un poco su agarre obligando a Eichi a girarse hasta quedar frente a frente
--Estas confundido, es imposible, no hay manera...somos hombres –Contestó más en un susurro para sí mismo que para el hombre que tenía enfrente, quien lo observaba serio y solo soltó un suspiro.
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Our first time
Romance¿Quién decide lo que es correcto al amar?... No pienses en nada más, solo sigue a tu corazón.