Capitulo 1

31 3 4
                                    



Hace 10 años...

-¡Alista tus malditas maletas!- Gritó una mujer ahogada en un llanto sufridor, logrando así que me despertara.

-¡Que te vayas de aquí!- Gritó esta vez la reconocible voz de mi madre.

Asustado agarré mi oso de peluche y lo empezé a abrazar mientras recostaba mi cabeza sobre mi almohada y cerraba mis ojos intentando dormir.

-¡Que mierda te sucede Erick!- Logré escuchar un plato cayendo antes de que mi mamá terminara de expresarse.

Asustado agarre mi oso y bajando silenciosamente cada escalón hasta llegar al último asomé mi cabeza para tener una visión más completa, y vi a mi padre con una escopeta.

-Erick demonios, suelta eso- Dice mi madre arrodillándose.

-Muérete...-

¡pum!

Corrí lo más rápido posible para cubrirme nuevamente en mis cobijas, no tuve otra opción que acostarme a llorar, ver a mi madre muerta con un gran agujero en su frente... parecía que estaba en una película.

-Hijo- Dijo la voz de un hombre y ese era mi padre.

Con los ojos hinchados me levanté a lavarme la cara y cepillar mis dientes.

-Hola pa- dije bajando las escaleras y frotando mi ojo izquierdo.

-Sientate a desayunar hoy tienes clases-

-No quiero ir papá-

-¿Por qué?... Espera un momento John. ¿Has estado llorando?-

-Si papá, soñé que me ahogaba en una piscina- Mentí.

-Bueno hijo, tengo que darte una noticia-

-¿Cual?- Dije mordiendo mi tortilla.

-Tú madre y yo nos separamos, ella se fue a vivir en Canadá-

Fingí creerle y agarré mis cosas para ir a clases.
Deprimido camine por todo el callejón lleno de malos olores y mayas oxidadas, mientras salían dos lagrimas de mi cara noté el lado izquierdo de la salida de aquel callejón, estaba ahí, aquel marca que dejamos mi madre y yo en la pared llena de nombres y tallada con corazones, pero la de nosotros resaltaba más.

-Hey ¿Se te perdió algo?- Me dice un anciano con gafas oscuras y dos bastones de acero.

Mi miedo creció y no paró hasta llegar a mi escuela, sin mirar atrás empuje a un compañero. Ciego del miedo ignore a quienes había empujado y me concentré en solo llegar a mi salón dé clases.

-Hola Brinn- Dijo el niño que me molestaba demasiado día día.

-Ho-hola Max- Dije nervioso.

-¿Que me trajiste hoy imbecil?-

Max era un Niño problema, siempre molestaba a las personas con bajo autoestima, como yo.

-Dame acá- Gritó y arranchó el reloj de oro que mi padre me había regalado.

Llorando me dirigí al receso en donde pasaría solo.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 17, 2019 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

El robo perfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora