𝟤𝟪 𝖣𝖠𝖸𝖲 𝖮𝖥 𝗦𝗧𝗥𝗔𝗬𝗞𝗜𝗗𝗦 𝗦𝗛𝗜𝗣𝗣𝗦 [EN EDICIÓN]

D A Y 8 : MinBin

— ChangBin, cálmate —habló MinHo con suavidad, tomando delicadamente los hombros del menor entre sus manos. Su mirada era intensa, llena de preocupación y afecto.

— Pero es que... —ChangBin frunció el ceño, sintiendo que las palabras se atascaban en su garganta. La ansiedad lo invadía, y no podía evitarlo.

— Por favor, cálmate. Todo va a estar bien, ¿sí? —le dijo MinHo en un tono tranquilizador. ChangBin, sintiéndose reconfortado, asintió lentamente y apoyó su cabeza en el hombro de MinHo. En ese instante, el mayor lo abrazó, envolviéndolo con sus brazos protectores.

— Estoy preocupado —murmuró ChangBin, el sonido de su voz era apenas un susurro. Anhelaba más que un simple abrazo; deseaba la certeza de que todo iba a estar bien.

— Lo sé, yo también lo estoy —respondió MinHo con empatía, bajando sus manos hasta la cintura de ChangBin y acercándolo aún más hacia él. La calidez del abrazo era un bálsamo para su inquietud. ChangBin sonrió débilmente, sintiendo cómo la ansiedad comenzaba a desvanecerse poco a poco.

Después de un par de horas llenas de incertidumbre y nerviosismo, la preocupación de ambos empezó a ceder cuando recibieron una llamada de Chan. Su voz, alegre y despreocupada, llenó el ambiente.

— ¡Todo está perfecto! —anunció Chan, y una ola de alivio recorrió a ChangBin y MinHo. La risa y el entusiasmo de su amigo fueron el antídoto que necesitaban para calmar sus corazones.

Ambos se encontraban en la cocina, un espacio que había sido testigo de muchas conversaciones y risas compartidas. Estaban limpiando los trastes de la cena. ChangBin se encargaba de lavar los platos, mientras que MinHo lo sostenía por detrás en un abrazo cálido y reconfortante, disfrutando de la cercanía del menor.

— Deberíamos ir a dormir, ya es muy tarde —murmuró MinHo cerca del oído de ChangBin. La calidez de su aliento provocó un escalofrío que recorrió la espalda del menor. ChangBin asintió, cerrando la llave del agua con una decisión que reflejaba su deseo de dejar atrás el estrés del día.

Tras terminar con las tareas de la cocina, ambos subieron a su habitación. El ambiente era sereno, y la luz tenue creaba una atmósfera acogedora. Se acomodaron en la cama, donde ChangBin se aferraba a MinHo, sintiéndose seguro y amado. MinHo, por su parte, lo abrazaba con fuerza, como si quisiera protegerlo de cualquier preocupación que pudiera surgir.

— Hasta mañana —susurró ChangBin, sintiendo una mezcla de tranquilidad y felicidad en su pecho. Había algo en la presencia de MinHo que le daba paz.

— Descansa, bebé —respondió MinHo con ternura. Las palabras del mayor resonaron en el corazón de ChangBin, quien no pudo evitar sonreír. Cerró los ojos, dejándose llevar por la suavidad del momento, sintiéndose envuelto en un manto de amor y seguridad.

MinHo, observando cómo ChangBin se sumía en el sueño, sintió una profunda satisfacción. Sabía que, sin importar los desafíos que enfrentaran, siempre tendrían el uno al otro para apoyarse. Con ese pensamiento, cerró también los ojos, dejando que la calma de la noche los envolviera a ambos, listos para enfrentar un nuevo día juntos.