Capítulo 22

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No lo podía creer, tragué duro y cerré mis ojos mientras me aguantaba las ganas de decirle todo lo que se me venía a la mente en estos momentos. Suspiré pesadamente, no era momento de comenzar una discusión, no ahora que estaba embarazada. Definitivamente hoy no le iba a decir la verdad, y tampoco pensaba hablarle dentro de un tiempo.

- No, no te preocupes, no sucede nada - dije tajante - ahí está tu cena, me voy a dormir.

- ¿Pero no me ibas...?

- No, tengo sueño - digo, con un tono frío y me comporto distante.

Caminé a la habitación y me encerré allí, me recosté en la fría pared para después caer sentada en el piso, sollozaba mientras me abrazaba las piernas. Estaba tan dolida, solo deseaba que esto no le afectara a mi embarazo, dicen que el estrés puede afectarme. Tomé mi celular y marqué a Malena.

- Malena... Ayúdame.

Simón.

Fueron los días más horribles y raros de mi existencia, Ámbar no me cruzaba la palabra desde aquella noche. No pudimos disfrutar de nuestros días en Brasil, porque sé la pasaba encerrasa en la habitación, y yo... Yo dormía en el sillón.
Hoy tendríamos que volver a Argentina para terminar los preparativos de la boda, pero en estas circunstancias dudo que quiera casarse. No sé qué le sucede, me desespera. Cansado de la situación, la tomó desprevenida arreglando las últimas cosas de su equipaje.

- Ámbar quiero hablar contigo de un tema.

- No tengo tiempo, estoy ocupada.

- Ámbar... - dije insistente.

- ¡¿Qué?! - giró para verme, tenía una bolsita de plástico transparente en sus manos.

- ¿Por qué te comportas así conmigo? ¿Qué te he hecho? - dije.

- ¡Descarado! ¿Todavía te animas a preguntarme que me sucede? - me tiró aquella bolsa que contenía un objeto, a mi rostro - ¡Vos me sucedes! - me tiró prendas de ropa - ¡Te ví besándote con otra chica Simón!

Mi sangre se congeló, sentía que mí garganta se cerraba, ¿Cómo lo supo? Yo no quería que se enterara de esta forma. No así.

- Ámbar, te lo puedo explicar, los chicos estaban ahí...

- Dime la verdad, ¿Solo te fuiste con ella porque estabas indignado? - dijo entre lágrimas, está situación me estaba afectando.

- No... - le quise tomar sus manos, pero ella me esquivó -. Además, ¿Indignado de qué? Si yo te amo.

- No me mientas Simón, todo este tiempo que no estuve contigo seguro que me mentías con esa zorra - me gritó.

- No es cierto, siempre pensé en ti. Te estoy diciendo la verdad.

- ¿Y como quieres que te crea? Esa foto es muy real.

- ¡Me besó ella!

- ¿Quieres saber que es lo que más me duele? - susurró al borde del llanto - Mira, no te lo iba porque sabía perfectamente, que ibas a estar mal - su vista comenzaba a nublarse -. Íbamos a ser papás, sí, Simón... Yo... - bajó la vista -. Una semana después de que hicimos el amor, comencé a sentir síntomas, mi período no llegaba y... Me hice un test de embarazo - tapó su cara con sus manos -. El cual dió positivo, al principio quería abortar porque... No quería arruinar tu vida, luego decidí tenerlo, pero yo... - sollozó -. Lo perdí, no sé cómo, pero lo perdí.

Estaba pasmado por la noticia, nunca pensé que ella... Eso justificaba su carácter los días anteriores. Miré la bolsita de repente y miré que tenía un papel, un test de embarazo y otras cosas más.

- Á-Ámbar... ¿Por qué no me lo habías dicho? - dije sorprendido aún.

Tomé la hoja y leí todo lo que contenía ella, decía en letras mayúsculas y negrita: P O S I T I V O. Seguía sorprendido, emocionado y triste a la vez, ¿Como no confío en mí?

- Tenía miedo Simón, miedo de que me dejaras, miedo de que esta noticia arruinara tu carrera.

- ¿Cuando lo perdiste? - ignoré su confesión.

- Hace unos días...

- ¿Te digo algo? - sonreí triste -. Si me hubieras contado antes, te juro que habría estado más que contento. Pero así sucedieron las cosas...

- Simón... - me llamó con voz temblorosa -. Perdóname.

- tú perdóname a mí bonita, por no darte la seguridad suficiente que necesitabas - corrí a abrazarla -. Sé que he estado ausente, pero eso no significa que no puedas confiar en mí, yo siempre estaré a tu lado, no lo dudes.

- Sigo enojada contigo...

- Lo sé - musité.

Hasta el final© | SimbarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora