52.- Solo a ti (Style)

Capítulo único

"Mientras el estuviese bien, yo estaba bien".

Era lo que se repetía cada mañana al entrar en la escuela cuando lo veía apoyarse en la pared de fuera, en la redecilla que daba a la parte trasera, esperando a su nuevo grupo de amigos. Había cambiado mucho desde su peor rotura con Wendy, nunca se imaginó que hasta ese punto de volverse gótico por ese mal de amores, pero al contrario que ellos cuatro, él no era tan dependiente de ellos, iba más por libre, como si estuviese bien con ellos pero prefiriese la soledad como compañera.

Cómo si prefiriese estar a solas con sus pensamientos, dubitaba entre el amor y el odio hacia su ex-novia, tomando pequeños sorbos a una taza blanca que robó de su casa, de su padre más bien, y su mejor amigo nunca le había dado tanta importancia hasta ese día cuando los góticos lo invitaron a la cafetería de los padres de Tweek, pero él dijo que no, que se quedaría por allí. Así que se acercó preocupado de la extraña acción negativa que acababa de hacer a sus compañeros de negro y alzó una ceja cuando esté ocultaba su mirada en el café, evitando alzarla hacia él, evitando el tema de la mirada y tener que saludar por compromiso, eso le pareció ligeramente cruel. A pesar de haber cambiando tanto en tan poco tiempo, de hecho, de un día para otro, seguían siendo amigos, no?

- Stan...- llamó en bajo para captar su atención. Este murmuró un: "hmp?" Como diciendo "que quieres?" Pero sin darle real importancia al asunto. Sus ojos azules se cruzaron con los suyos por un momento y después apartó devolviendolos a la taza.- ¿Querrías venir a mi casa y hablar sobre lo que te pasa?- le preguntó con un tono dulce de voz, era una invitación que le iba a costar negar, la verdad, pero debía mantenerse distante con él, después de todo él era conformista y por lo contrario, el azabache no.

- ¿Hablar de que?- contestó separando los labios del borde de la taza y bajarla ligeramente para dejar ver su rostro, el pelirrojo solo se lo quedó mirando como si leyese el alma en sus ojos- a mi no me pasa nada...- apartó la mirada ligeramente para evitar el contacto de esos ojos esmeralda que le rogaban cariño, comprensión y que aceptase la propuesta. Debía resistir.

- sé bien lo que te pasa, solo quiero ayudarte...- el de ojos zafiros intensos subió la mirada a sus pecas repartidas de forma desigual por sus mejillas y después a sus ojos puros como un alma inocente. Sabía que sus ojos habían visto tantas cosas que no eran tan inocentes como aparentaban, después de todo él también las vió junto a él.

- no necesito ayuda, estoy bien como estoy...- le respondió raspándose la garganta con la acidez de sus palabras y la sequedad de su tono, y eso lo notó el contrario, quien dio un paso acercándose a su posición. El de negro se apoyó en la rendija del lugar con las lumbares para alejarse de sus ojos, no quería que estos lo atrayesen, no quería ceder ante él.

- sé que no...- murmuró tocando la parte sensible que solo él sabía alcanzar en él, tanto que se había retirado un guante verde para aguantar ligeramente una de sus manos que sostenía la taza la taza. Este apartó sus manos y la taza de su alcance, no solo por el calor y el contacto, sinó porqué no quería que nadie lo cambiara de opinión, pero si alguien era capaz de hacerlo, en efecto, Kyle era uno, por no decir el único, de ellos.- solo hablaremos, por favor...- rogó con una melodiosa voz que arrimó las pupilas del azabache a sus labios, tratando de controlarse. Subió la mirada a sus ojos con la leve mordida en su labio inferior de manera disimulada, ¿Porque le estaba clsstsndo tanto retenerse ante él?

- como sea...- el pelirrojo solo sintió una gran satisfacción al escuchar eso, viniendo de un gótico, eso era un si. Así que se sintió complacido con ello, y dio gracias a que logró convencerlo. Lo malo o... Condición... Es que solo podían hablar, que no podía abrazarlo ni suplicarle que dejase de comportarse así y que volviese a ser el mismo de siempre, no dudaría en hacerlo, pero lo había convencido para hablar, no para "estupideces conformistas", como los góticos dirían, para definir la amistad verdadera entre amigos de toda la vida.