Capítulo Único

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Taehyung abrió sus ojos, observando aún las vacías sábanas a su lado. Cerró sus párpados con fuerza, mordiendo su labio para ahogar un sollozo. Después de todo no era la primera vez que Jungkook no llegaba entrando a la madrugada.

Suspiró enderezándose en la gran cama para, posteriormente, levantarse. Sin embargo, en cuanto escuchó el ruido de las llaves en la cerradura, se volvió a cubrir con el manto blanco, cerrando sus ojos para aparentar que seguía durmiendo. Escuchó los pasos acercarse a la habitación, la puerta siendo abierta y la maldición de su esposo al no poder desabrocharse la camisa. Normalmente Taehyung era quién lo hacía por él, pero como tomó la costumbre de volver tan tarde ya no le parecía correcto despertarlo para algo tan insignificante...aún cuando Tae así lo deseara, aún cuando anhelaba poder compartir aunque sea segundos a su lado.

Era una mañana común, donde Jungkook tenía que levantarse a recorrer las calles en busca de un empleo. Como siempre, Taehyung se despertaba antes que él para prepararle su ropa y el desayuno, que aunque era escaso y sencillo parecía más que suficiente.

—Amor, ¿me ayudas? —preguntó Jungkook señalando su camisa.

Tae le mostró una suave sonrisa mientras se acercaba a él, sabiendo lo impaciente que era su novio en aquellas cosas. Con tranquilidad y cariño fue cerrando uno por uno los botones de la prenda, dejando algunos besos sobre el pecho de su amado de por medio.

¿Cómo Jungkook no podría enamorarse cada día más de él? Era tan perfecto.

—Listo, te dejé el desayuno en la mesa.—le sonrió el menor.

—No tengo apetito, cariño. Cómelo tú, nos vemos. —besó su frente y salió del minúsculo mono-ambiente que compartían.

Dejó con las palabras en protesta a Taehyung, quién terminó cediendo y comiendo lo indicado. No estaba enterado de que su amado se lo dejaba a él siendo consciente de que, una vez que se iba, Tae nunca desayunaba para evitar gastos.

Aún cuando sentía el hambre calando sus huesos, no iba a permitir que su pequeño lo hiciera.

"Cuando las cosas eran tan difíciles y estaba cansado de vivir así, tú estabas ahí para mí."

La mañana siguiente, Taehyung se levantó, nuevamente en compañía de las sábanas. Suspiró mientras se encaminaba a la cocina donde se exhibía una cantidad exuberante de alimentos para él solo. Pasteles, tortas, jugos, de todo tipo de comida que únicamente consumiría una persona.

Era tan excesivo y sobrante. La situación lo era.

Miró a la servidumbre, que seguía haciendo sus quehaceres sin incomodarles la intensa mirada que les estaban dirigiendo. Taehyung quería alguna reacción, que parecieran más humanos. Nunca obtenía nada, nadie parecía recaer en su presencia más que cuando él pedía algo. Cualquier cosa material que quisiera la tendría al instante, orden de su esposo.

Al final no probó ninguna de las delicias que esperaban por él, no tenía apetito. Desde hace tiempo que eso era algo que faltaba, le importaba muy poco el peso que estaría perdiendo y las consecuencias que conllevaba eso.

Caminó hasta el living, un gran salón que tenía millones de estanterías repletas de libros de toda clase. Su esposo supo siempre que él era aficionado por la lectura, y en cuanto pudieron permitirlo, le compró todo aquello para que se entretenga.

Repasó con su mirada cada libro, trayendo consigo un bonito recuerdo que hizo que una pequeña sonrisa de ojos brillantes se le escapara.

Taehyung, ¿qué haces? —cuestionó Jungkook, arrojándose de un salto sobre la cama a su lado.

All Of My Life [Jk&Th]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora