*NARRA LUKE*
Ya llegó el lunes, lo que significaba que las clases daban comienzo. Me levanto de la cama rapidamente, lo cual era raro, siempre que me despertaba me quedaba como 15 minutos mirando el techo y tratando de salir de ella, pero esta vez no fue así, mejor.
Baje, mi mamá me esperaba con el desayuno y con una sorpresa, mi hermano y su novia vinieron de visitas y se iban a quedar un par de semanas, lo extrañaba muchísimo.
- ¿Te dieron vacaciones? -le pregunto mientras lo abrazo-
- Así es, me voy a quedar 2 semanas y media, tenemos mucho de que hablar -me guiña un ojo-
Su novia me abraza y nos sentamos todos a desayunar.
- Hoy te llevo al colegio, tengo coche nuevo.
- ¿A sí? -pregunta mi mamá-
- Me lo entregaron ayer, un Mercedes último modelo, negro -dice con media sonrisa-
- ¿Sabes que tenemos que ir a buscar a los chicos no?
- Obvio -se ríe-
Termino de desayunar y llamo a cada uno avisándoles que los pasaba a buscar con mi hermano. Se alegraron mucho de que este unos días con nosotros, el nos apoyó siempre con la banda, en un tiempo fue nuestro manager..
Me doy una ducha, me lavo los dientes, me pongo ropa limpia y bajo.
Saludo a mamá y a mi cuñada, agarro mi mochila y salimos. Mientras íbamos a la casa de Ashton, mi hermano decide tener una "charla" de hermano a hermano.
- ¿Y que onda? ¿Andas con alguien? -pregunta-
- ¿Eh?
- Si estás con alguna chica Luke.
- Ah... no... no ¿por?
- No pregunto, de la última vez que te ví tenes como una mirada más... linda.
- Lo que acabas de decir es ultra gay.
-se ríe- Puede ser, pero es verdad, me parece que alguien te trae loco.
- Bueno, sí, una chica me tiene loco, pero porque es inaguantable, insoportable, odiosa, pero nada más.
- ¿Seguro?
- Muy -lo miro de reojo- aparte no es mi tipo.
- Eso de "mi tipo" no existe, uno no elige de quién enamorarse... aparte, del odio al amor hay un solo paso.
- Uf ya empezamos -pongo los ojos en blanco-
- Como quieras, pero después no vengas a darme la razón -me da un pequeño golpe en el hombro-
Ya habíamos recogido a los chicos y todos tuvieron la misma reacción cuando vieron el nuevo auto de mi hermano, abrieron los ojos como platos, la mandíbula les tocaba el piso y gritaban como unas nenas.
Cuando menos nos dimos cuenta ya estabamos entrando al colegio. Estaba muy distinto ya que durante las vacaciones lo reformaron, muchísimo.
Había gente nueva, los mismos injunables de siempre, las porristas, los populares, la típica gente de las películas americanas. Desgraciadamente, nosotros nos llevamos la mirada de la mayoría de ellos por el llamativo nuevo auto de mi hermano, y para peor, gente que era fans de nosotros.
Bajamos del coche y se me acercan miles de chicas preguntando si nos podíamos sacar una foto, me doy vuelta para mirar a los chicos y estaban en la misma situación que la mía, sólo nos reíamos.