Martes; diecisiete de julio. 8:00PM.
Las noticias se escuchaban de fondo tras los truenos que se sentían a romper las ventanas, una tormenta se acercaba y no era recomendable salir en esa semana, por suerte, Zayn pidió permiso en su trabajo de hacer el trabajo en casa y pudo abastecerse en alimentos y demás cuando aún aquello no se intensificaba.
Ahora estaba él, con Harry dormido en su pecho y regazo, y su computadora con una pequeña mesa que pudieron acomodar de manera en que Harry también estuviera cómodo y no molestara.
Un suspiro de Harry entre sueños hizo que Zayn sonriera, había pasado una semana después de lo ocurrido y aunque Harry ya no dejó que el moreno lo tocara, estaba seguro que podría darle ese espacio, no podía perder a Harry aunque esto se basara en pajas eternas.
Lo sintió moverse un poco y alejó la computadora, bajándola junto con la pequeña mesa a la mesa de centro, acunándolo entre sus brazos y aparentemente arruyándolo, besando su frente y acariciando sus rizos. Observó los ojos de Harry, su hinchazón había bajado, sus labios estaban bien, su cuerpo estaba aún adolorido, pero las heridas eran menos notorias, ya podía caminar bien.
Debía cambiar, o lo perdería.
11:58PM;
El sonido de unos pies pequeños se escuchaban en el suelo, Zayn despertó, pero no abrió los ojos, después una risita; Harry.
Abrió los ojos y lo encontró caminando al baño, así que pretendió seguir durmiendo y esperó a que llegara a la cama, cuando lo hizo, lo abrazó dejando un beso en su mejilla, y Harry sonrió. Un trueno se escuchó por todo el departamento, y el rizado inmediatamente buscó los brazos del moreno.
Quince minutos después, Harry tenía la respiración pausada, serena, lenta, y Zayn sólo podía observarlo.
Definitivamente; no perdería a Harry.
¡Hola! No hago muchas notas porque me aburren, pero seré breve; NO estoy romantizando las relaciones tóxicas. Como dije; en algún momento habrá algo interesante y sano ahí, no pretendo que la historia se base en abusos físicos y emocionales 100%.
«Hay heridas que en vez de abrirnos la piel, nos abre los ojos». — Pablo Neruda.
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CASTIGOS - ZARRY STALIK (EN EDICIÓN).
Hayran KurguÉl amaba a Zayn, y seguiría con él incluso si debía morir.