Meid
Como anteriormente dije, no volví a ver a Max. Tal y como dijo, simplemente desapareció. Podría decir que ya lo supere, pero por el momento no hablaremos de él.
Inicie en una institución, para mi suerte, Tina y Alex mis mejores amigos vinieron conmigo. Este lugar es muy tranquilo y no tarde en adaptarme aquí e hice nuevos amigos.
El instituto tiene de todo, es un lugar espacioso, y tengo mi propia habitación o como mi padre diría "recamara" que comparto con Tina, etc nos saltaremos esa parte.
Segura decido entrar, había muchas mesas libres, y decidí buscar a mi mejor amiga que seguramente estaría en el centro. Yo estas dos últimas semanas me encargue de ser "invisible" como siempre suelo ser. Es decir no digo que no me guste socializar con chicas y chicos de mi edad, pero intento que nadie me conozca del todo que digamos, al menos no por ahora.
—Finalmente llegás, Evan y Alex ya estaban por irte a buscar- Dijo sonriente mi mejor amiga. Evan era el compañero de cuarto de Alex, ahora somos todos amigos y nos hemos estado llevando muy bien.
—Pero ya qué estás aquí, no será necesario- Alex, dedicándome una sonrisa cálida.
—Me anoté para alistarme en el equipo de las porristas- mencionó Tina.
—Tina, eso es genial. ¿Cuándo son las pruebas?- pregunté con una sonrisa.
—En dos semanas- Respondió sin mucha importancia.
—Uh, ¿Así que porristas? Por que están que arden- Comentó Alex persiguiendo con la vista a una porrista o mejor dicho en dirección de su falda, Tina lo golpeo en la nuca.
Sinceramente sus uniformes eran excelentes, cuando digo "excelentes" le quedaban perfecto a cualquier chica del instituto, incluso podría quedarle sensacional a Tina. Cada mes hacen pruebas para una nuevas reclutadoras con grandes talentos, equilibrio, elasticidad y más.
—Chicos, tengo una pregunta ¿Dónde esta Evan?- Fruncí el ceño por no darme cuenta de que ya no se encontraba con nosotros.
—¿Evan? Fue a traer 4 hamburguesas con papas- Contestó Alex quien se encogía de hombros.
Después de que Evan trajo nuestras hamburguesas y papas, continuamos con muchas charlas. Realmente era divertido.
Sonó la campana dándonos a entender a seguir con nuestras clases, realmente no sé nada tampoco de mi hermano mayor Tyler, y mi familia viene a visitarme en los días de visitas, que serían los sábados.
Iba caminando a mi casillero, y al abrir uno de mis cuantos libros hicieron que se cayeran, que estúpida, estúpida, comencé a maldecir en voz baja y fui recogiendo mis libros, aburridos.
En ellos había una nota, que decía "Te estoy observando, y estoy cada vez más cerca de lo que creés".
—Ja, estúpidos adolescentes- Dije entre dientes. Me levantó del suelo, y de golpe tengo un rostro conocido frente a mí. Oh santa mierda, ¿Qué demonios? ¿Qué hace él aquí?
—Hola Meid- Soltó de la emoción, y me abrazo.
—Adam. ¿Adam? Pero ¿qué mierda haces aquí?- Dije con los ojos abiertos, y estaba muy muuy sorprendida de que él este aquí.
—Sí, lo sé, ¿Es sorprendente no? Cambiarme aquí y encontrarte. No volví a verte desde la última vez, en la heladería- Dijo con media sonrisa, metiendo sus manos en sus bolsillos.
—Sí, bueno. ¿Ya has visto a Tina ya?- Pregunté.
—¿Ella está aquí también? Mierda, creo que soy un chico con suerte- Dijo con una sonrisa egocéntrica.
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Me he vuelto a enamorar
RomanceEsta NO es una típica novela de adolescentes, mi nombre es Meid Johnson tengo 16 años, tengo padre y un hermano mayor Tyler 18 años. Mi madre murió hace 5 años y mi padre mucho no esta acá siempre esta trabajando. Mi personalidad es extravagante, re...