Varios insomnios

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Entre una noche de insomnio,
confundiendo sueño y realidad,
del suelo brotaron raíces,
dulce rosa se asomaba
entre licores y lujurias,
tu olor disfrutaba,

Brotabas entera,
con vivos pétalos,
tus espinas desiguales,
tus ocultas raíces,
estabas preciosa.

Como aquella rosa que
tras un 14 de febrero,
un beso y una sonrisa
acaba expuesta en un jarrón.

Maldita  seas natura,
tu me has condenado a quererla
bendita seas natura
tu me has dejado  quererla.

Y bajo aquella sombra que amainaba
a la par que el Sol huía de nostros,
entre todas las flores y rosales
me senté y me quedé observandote.

Desde entonces ya han pasado
varios insomnios,
varios riegos
y varios versos de amor.

Versos esqueléticosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora