Era por la noche mi madre me acababa de levantar diciéndome que había que llevar a nuestro perro al veterinario.
Cuando me vestí fuimos al coche,montamos al perro y nos montamos todos.
Cuando llegamos mi padre se fue con la veterinaria,pasó un rato y salió de la habitación diciéndonos a mi madre y a mi que ya no había vuelta atrás.
Fui corriendo a la habitación en la que estaba mi perro ,cogí y le di un beso enorme que nunca podría olvidar.
Era un día muy triste para mi y para mis padres porque se había muerto nuestro perro llamado Willy al que queríamos tanto.
Ese mismo día le enterramos al lado de nuestra casa.
Nos pasamos varios días llorando por el y guardando todas sus cosas en una caja.
Pasaron más de cinco días ,mi madre me había mandado subir arriba a su habitación para dejar una cosa.
Subí,entré y de repente mire al pasillo de la habitación y vi a mi perro mirando al frente,yo seguí mirándole por sí acaso era imaginación mía .
Mi perro giró la cabeza y me empezó a mirar,entonces fue cuando me di cuenta que no era mi imaginación.
Heché a correr sin control bajando las escaleras como loca de miedo hasta llegar a los brazos de mis padres.
Me preguntaron que que pasaba y yo les dije todo lo ocurrido (que me miro,que era transparente.......)
Desde aquel día empezé a creer verdaderamente en los fantasmas.
Por una parte quería ver a mi perro porque ha estado cuidándome desde pequeña sin dejar que me pasara nada malo pero por otra parte no porque es aterrador ver a alguien que ya esta muerto.