IX

314 27 6
                                    


Aitana y Ana seguían abrazadas una a la otra, cuando la más joven de ellas comenzó a sollozar.

-No llores cariño, estoy bien ¿no me ves?- Ana alzó el rostro de Aitana para que la viese y limpiar sus lágrimas.- Todo esta bien.

-Perdón por romper el momento chicas, pero ¿de qué os conocéis?- Cepeda, se vio obligado a romper el momento, debido a la mirada de su tío Alfredo.

-Si claro. Aitana y yo somos familia. Antes, Roi y yo os dijimos que somos nómadas. Es cierto, nos secuestraron hace muchos años, cuando apenas éramos unos niños, y nos alejaron de nuestras familias. Aitana, es mi prima.- Ana apretó a la chica entre sus brazos. La historia no era del todo mentira, pues Roi y Ana habían abandonado Arancia hacia años, no debido a un secuestro, pero si por otros motivos que los habitantes de la misma desconocían. Ni siquiera Aitana lo sabía. Lo cierto es, que ver a su prima, después de tantos años, le había alegrado. No pensaba que siguiese con vida.

-¿Sois verdes entonces, no?- Quiso saber Alfred, quien tenía una ligera sospecha de que no lo eran.

-Sí. Claro que lo somos.- Roi se apresuró a contestar, antes de que Ana lo hiciese dubitativa. No sabían que estaba ocurriendo, pero debían aparentar normalidad, al menos, hasta que hablasen con las chicas.

-Debemos comprobarlo.- Alfredo, quien no creía nada de lo que habían dicho los chicos, fue a llamar a Marina para realizar unos análisis de sangre.

Aitana miró a Ana asustada. Tenían que hacer algo al respecto, pero ¿qué?

-Ay. Me duele.- Amaia hizo una mueca de dolor, y se agachó a causa del mismo. No sabían que paso dar para resolver la situación, pero necesitaban tiempo. Y lo único que Amaia pensó fue en ocupar la enfermería, de la cual solo cuidaba Marina. Si la chica estaba ocupada con ella, los análisis se retrasarían.

Alfred, al ver a Amaia en el suelo, se acercó corriendo hacia ella, preocupado.

-¿Estás bien Amaia? ¿Qué te duele?

-Ay, es el estómago. Me da leves pinchazos.

Alfred ayudó a la chica a levantarse, dejando que se apoyase sobre él. Amaia apenas podía andar debido al dolor. No le permitía moverse.

-Me duele mucho. Alfredo, si no es mucha molestia, ¿podría retirarme a su casa?

Alfredo no muy convencido por la situación, y el repentino dolor de Amaia accedió. Además, le preocupaba su hijo. Alfred miraba a Amaia demasiado preocupado, y la sostenía entre sus brazos con sumo cuidado. Nadie conocía mejor a Alfred que su padre. Y si algo sabia el viejo hombre es que su hijo se preocupaba mucho por las personas, y era muy inocente. Y esa chica, no le daba total seguridad. Ni ella, ni ninguna de sus compañeras.

-Papá, ¿puedo llevarla con Marina? Es tarde, y el hospital se encuentra lejos. Amaia apenas puede caminar.

-Marina tiene que realizar los análisis.- Zanjó Alfredo.

-Lo sé, y mañana a primera hora lo hará. Esto es más urgente.

Alfredo miró a su hijo, era muy cabezota. Finalmente accedió, e indicó a Cepeda que llevase a los chicos a sus celdas, y a las demás que abandonasen la sala. Estaba anocheciendo, y las calles eran peligrosas.

-Esperadme aquí chicas. Los llevo y os acompaño. Es muy tarde.- Cepeda, quien aun sostenía a Arya en sus brazos, se la pasó a su madre antes de encaminarse hacia las celdas. Ana miró por última vez a Aitana, mostrándole tranquilidad. Todo iba a estar bien, encontrarían la forma de ello.

Efecto Mariposa - OT 2017 - @beyourlaugh & @MunayGirl23Donde viven las historias. Descúbrelo ahora