Advertencia: el prólogo es hermosamente largo, pero es muy importante que lo lean. Contiene información clave para el desarrollo del personaje en el futuro. Besos de su querida autora.💋
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Mi nombre es Alex, tengo dieciocho años. Cabello castaño, ojos avellanados y alguna que otra peca salpicada en mi rostro. Mido 1,68 y toda la vida fui de contextura medio delgada, es de familia.
Hablando de familia, déjenme contarles mi historia, la que comenzó hace mucho tiempo, cuando sólo era una niña.
Con tan sólo diez años yo era una pequeña muy inteligente, intelectual, expresiva y, para mi mala suerte, muy sensible. Todo lo que pudieran llegar a pensar de mi me afectaba.
Siempre tuve muy buenas calificaciones, siempre fui una niña diez, y la verdad era que no me costaba. Me sentía perfecta en eso, pero yo quería ser perfecta en todo, y eso fue un error.
-Oye Alex- un niño de mi edad se me acercó. Era morocho, un poco más bajo que yo y tenía una nariz muy grande para mi gusto.-¿Qué es eso que tienes ahí?-preguntó apuntando mi rostro.- Ah, cierto, bigotes.
Él y todos los niños a su alrededor comenzaron a reírse y burlarse de mi, algo que ya se me había vuelto habitual, pero que no dejaba de afectarme.
Lamentablemente yo era sólo una niña, una niña muy influenciable, que aún no entendía que el más mínimo cabello que hubiera en su cuerpo estaba ahí por una razón, y no era hacerla sentir mal.
Un día me cansé de que se burlasen de mis vellos. Llorando llamé a mi padre, que en ese horario se encontraba trabajando.
-Hola mi amor- al escucharme llorar se preocupó.- ¿Qué sucede? ¿Por qué lloras?
- Es que los niños del colegio se burlan de mi bigote y mis cejas.
Él soltó una leve carcajada, sin una pizca de maldad.
-Tranquila cariño, hacen eso porque quieren llamar tu atención y no encuentran cómo. Seguro les gustas. No les prestes atención.
Decidí creer en él y no escucharlos, pero cada vez se me hizo más imposible.
Hasta que culminé.
Cuando me encontré por fin sola en casa seguí los pasos de mamá y comencé a calentar cera. La había visto hacerlo muchas veces, nada podía fallar.
Cuando la intuí lista, la retiré del agua hirviendo con sumo cuidado para no quemarme y corrí hacia el baño. Me miré al espejo y con determinación coloqué la cera por encima de mis labios. No estaba del todo segura cuanto tiempo debía esperar, o de que lado la debía tirar, así que fui experimentando con cuidado.
El primer tirón dolió muchísimo, tanto que una lágrima se me escapó sin mi consentimiento. Pero tomé aire y con valentía decidí seguir. Me motivaba saber que luego de eso ya no podrían burlarse de mi.
Costó mucho, él mínimo tirón que daba me hacía llorar del dolor, pero lo logré. Luego seguí con mi uniceja. Con mucho cuidado de poner cera de más me depilé, por suerte el dolor fue mucho menos que en área del bigote, que por cierto estaba colorada y dolía si la tocaba.
Pero ya estaba, lo peor había pasado, sentí que una carga soltaba mis hombros y me sentí tranquila conmigo misma.
Cuando llegó mi madre se detuvo unos minutos de más para analizarme fijamente, y cuando creí que iba a reprocharme al darse cuenta de lo que hice, sólo se dio la vuelta y siguió su camino.
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Our Love Story (PRIMOS +18)
RomanceEsos ojos verdes y esa cabellera rubia eran mi pesadilla, y al mismo tiempo mi salvación. ¿Está bien lo que estamos haciendo? ESTA HISTORIA CONTIENE INCESTO. SI NO TE GUSTA EL GÉNERO NO TE MOLESTES EN LEERLA ;)