NEVER [WonKyun]

Into danger

—Joder, ¿desde cuándo haces esas mariconadas? —Sin perder la sonrisa, ChangKyun aceptó el soju que JooHeon le estaba ofreciendo y le dio un buen trago—. ¿Y por qué estás tan contento? Puto mal rollo... —masculló el castaño, quitándole la botella y apoyándose en la esquina de siempre.

ChangKyun se encogió de hombros, remangándose su chaqueta vaquera negra y descansando la espalda en la farola de en frente. Disfrutó del calor de la mañana, cerrando sus ojos tapados por unas gafas de sol, mientras que JooHeon se refugiaba en la sombra para evitar empeorar su dolor de cabeza por la resaca.

—Solo vamos a ir a ver una película —aclaró sin darle mucha importancia. Solo después de sacar uno de sus cigarrillos y encenderlo, reparó en la expresión repelida de Jooheon y se rio por lo bajo, dejando salir el humo de su boca y nariz—. ¿Qué tienes que decir, gilipollas? —preguntó fingiendo molestia.

—Estás raro desde que te liaste con ese musculitos. Solo te falta dejar de fumar y beber.

En parte, su mejor amigo tenía razón. Hacía más de dos semanas que él y HoSeok se habían enrollado, y su humor ya no solía ser tan malo como antes. ChangKyun entrecerró los ojos y, sacando el móvil de su chaqueta, utilizó la pantalla para reflejar el sol con ella y deslumbrar a JooHeon. El castaño pegó un quejido y se frotó los ojos, como si fuera un vampiro alérgico a la luz.

—¡Mierda! ¡Serás cabrón! —saltó todavía más enfadado por las risas de su amigo.

—Tú te lo buscaste —se regodeó ChangKyun, apretando el cigarro entre sus labios mientras se guardaba el móvil de nuevo—. Y te digo una cosa. El día que deje de fumar o beber, hazme una pregunta que solo yo sepa responder, porque seguramente sea un impostor.

—Sí, te preguntaré cuánto le mide la polla a tu novio cachas —aseguró JooHeon con molestia, señalándole con la botella—. Ah, no, es cierto, que solo hacéis mariconadas como ir al cine juntos. Lo de follar lo dejáis para el matrimonio.

Dicho aquello, su mejor amigo se dispuso a beber el soju con la intención de acabarlo de una tacada.

—No seas idiota, ya hemos tenido relaciones.

JooHeon se atragantó con la bebida y ChangKyun le dio una larga calada al cigarro con diversión, disfrutando de ver a su amigo secarse la barbilla con una expresión tan escandalizada que resultaba divertida.

—¿Relaciones? —repitió incrédulo, haciendo énfasis en la palabra remilgada que había empleado—. No me jodas, tú no eres ChangKyun.

Justo entonces, un coche negro descapotable se detuvo enfrente de ellos y ChangKyun le dio un par de caladas más al cigarrillo antes de tirarlo al suelo. Se giró hacia JooHeon con la intención de despedirse, pero se encontró con que su mejor amigo estaba a su lado, cogiéndole del brazo.

—¡Espera! —ChangKyun frunció el ceño por la preocupación en su rostro—. Ten cuidado, ¿quieres? Últimamente las cosas con la banda están jodidas. Solo mira cómo te dejaron por mi culpa...

Soltando un suspiro, ChangKyun le dio un apretón en el hombro. Un par de semanas atrás, seguramente le hubiera mandado a la mierda, como siempre solía hacer cuando JooHeon le metía en problemas; sin embargo, su buen humor le impidió guardarle rencor.

—No te preocupes, hermano. Sé cuidarme —le aseguró convencido. Todavía no le había comentado su intención de abandonar toda la mierda del contrabando, pero lo acabaría haciendo... con el tiempo.

Dedicándole una última sonrisa, ChangKyun corrió hacia el coche y saltó por encima de la puerta para aterrizar en el asiento del copiloto.

—Oye, oye, te vas a hacer daño —le riñó HoSeok al ver la manera en la que se metió dentro; quitando su ceño arrugado, el profesor de ballet estaba tan atractivo como siempre, con una camiseta blanca y una camisa de cuadros anudada a la cintura. Ignorando su preocupación, ChangKyun movió su muñeca vendada, demostrándole que ya estaba prácticamente curada.