Sherlock 2 : Las Historias De Amelie.

T3. Episodio 3, parte 1

- Me va a matar.
-Tranquila, Am. No lo creo.
- No lo digo literalmente, aunque es capaz. ¡Que tonta fui! ¿Por qué no pensé antes de hacerlo?

- No pasa nada. Es solo un error.

-Un error demasiado grande.

-No exageres. Hay cosas mucho peores que esto. - Las dos hermanas subían las escaleras de su casa después del colegio. En la sala, se encontraban John y Sherlock, oyendo todo lo que sus hijas hablaban.

- ¡Soy una estúpida, una estúpida, una estúpida! Temía que algo así pasara. Papá me va a matar.

-Am, basta. No importa lo que diga Sherlock, te equivocaste. Mi papá y yo te vamos a apoyar. -

-Papás, tenemos que hablar...- Comenzó Amelie, pero John la interrumpió.

- ¿Estas embarazada?

- ¡¿Qué!? No, claro que no. No es eso lo que les quiero decir. - La niña tomó aire. - Saqué un seis en matemáticas. - Su padre abrió los ojos como si le hubiera dicho que había matado a la reina. - Durante el examen mi mente comenzó a trabajar y a pensar en el caso anterior y sobre lo que tenemos que hacer hoy... Y, bueno, no pude terminar el examen.

- No me importa. - La reacción de su padre la sorprendió- Los exámenes sirven solo para preocuparte y ponerte nervioso. Eres lo inteligente sin importar lo que diga un papel que lo corrige un idiota con un título inútil.

Dada por concluida esa pequeña charla sobre los exámenes de la escuela, los cuatro se dirigieron a sus respectivas habitaciones para cambiarse de ropa: Tenían algo muy importante que hacer.

Los dos hombres vestían de traje mientras que las niñas llevaban una blusa y unos pantalones negros. Se subieron a un taxi, que los dejó en la puerta del juzgado. Traspasaron el gran umbral y se dirigieron a la sala de audiencias.
- ¿Estas preparada? - Le preguntó John a Amelie.
-Eso creo- Contestó esta dubitativa.
Un par de minutos después, entró en la sala el juez Gray, luego el acusado. Este llevaba ropa de cárcel, barba y anteojos sin marco. Comenzó la sesión. La primera media hora fue aburrida y las niñas casi se quedaban dormidas.
- A continuación- dijo un abogado- pasaremos a la declaración del testigo.
Amelie se paró temerosa y se dirigió al frente para hablar. Juró decir la verdad y comenzó su declaración.
-Em... Bueno. Comenzaré por el principio:

El caso de Emma Walsh llegó a nuestros oídos por la televisión. Sin embargo, la Policía no nos había invitado a unirnos. Comenzamos a resolver el caso cuando la madre de Emma, Laura, nos contrató para ayudarla.
-No quiero interrumpir nada- Dijo. -Solo quería averiguar lo que le pasó a mi hija. Es la de las noticias. -Comenzó a llorar-Lleva desaparecida una semana y dos días. Por favor...por favor...
Nos dijo que la Policía hacía lo que podía, pero no tenían rastro de ella. Mi padre, muy gentilmente, le dijo:
-Disculpe, señora, pero no resuelvo casos de secuestros. No más. Le sugiero que se guie por la Policía. Seguramente la encontraran. Buenas tardes. - Y antes de que me lo pregunten, no, no sé por qué no aceptó.
Como saben, Emma Walsh era una joven de 17 años. Yo tengo 16 y me sentí muy mal sabiendo que una chica de mi edad estaba pasando por, probablemente, un secuestro (cosa que yo sufrí bastantes veces) Así que decidí que, si mi padre no quería investigar, yo lo haría con mi hermana.
Pedí información a la Policía. No tenían nada. No había cuerpo. Lo único que se sabía era que la habían tomado en un bar cerca del parque Hapmstead Heath.
Busqué información sobre ella. Su pasado. Todo. Era una chica normal.
No sabía cómo continuar hasta que apareció el cuerpo.
- ¿Usted vio el cuerpo? - Preguntó el abogado.
- El cuerpo si, pero no la escena. Vi el cadáver en la morgue. Tengo una conocida, Molly Hooper. Ella era la encargada de hacer la autopsia y me dejó ver el cuerpo. - Su voz bajó un poco, demostrando pesar-. Emma no solo había sido secuestrada, sino que también violada, torturada y claramente asesinada. Tenía marcas de ataduras en las muñecas y en los tobillos, murió de un tiro en la cabeza y luego le cortó la garganta post mortem. - Observó al acusado muy enojada. Este le devolvió la mirada tranquila. Lo disfrutaba. Desde arriba, su familia la observaba.
-Pasé días pensando. Y cada vez me ponía más nerviosa no saber. Iba de acá para allá sin saber qué hacer.
-Puede ser un asesino en serie-Sugirió el Dr. Watson. A lo que yo le respondí que hasta ese momento no había más cuerpos ni personas desaparecidas.
Sinceramente, creí que nunca lo resolvería. La autopsia reveló una gran cantidad de heroína y alcohol, lo cual me pareció algo, como decirlo, "normal" dado que se encontraba de fiesta.
- ¿Qué hizo a continuación? - Amelie pareció ponerse nerviosa.
-Nada. No podía hacer nada. El bar ni siquiera tenía cámaras de seguridad. Así que esperé.
Una tarde, me encontraba en la sala de mi casa, observando el mapa conceptual que puse en la pared mientras que los demás miraban la televisión.

-¡Agg! Esto es lo más difícil que tuve que resolver en mi vida. El tipo debe ser un profesional. - Dije

- ¿Crees que tiene un tipo? - Preguntó Rosie

-No lo sé. Tampoco puedo saber si es un asesino en serie porque no hay otro cuerpo.

- ¿Hay algo en que te podamos ayudar, Ami? No creo que sea buena idea meterte en esto sola. - Dijo John. A lo que yo le respondí, con un poco de enojo.

- Puedo hacer esto sola. ¡Tengo 16 años, por favor! Además, no estoy sola completamente. La tengo a Rosie. Holmes y Watson.

Se produjo un silencio un poco incomodo en el que lo único que se podía escuchar eran las voces de la televisión.

- El asesino no tiene un tipo. -Se metió mi padre

-No tenes voz en esta conversación. No quisiste aceptar el caso. Perdiste tu oportunidad. - Yo ya estaba bastante enojada pero lo que dijo mi padre a continuación hizo que quisiera que él se uniera a la investigación.

-Si prestaras atención quizás encontrarías al culpable. Acaba de aparecer otra víctima. Mismas heridas.

En efecto, una chica había aparecido con el disparo en la cabeza, corte de cuello post mortem, secuestrada, torturada y violada. Como sabrán, fue SU- Señaló al acusado con la cabeza- segunda víctima. Una joven de 19 años llamada Alexa Patterson.

Ambas eran totalmente diferentes. Su cabello, rostro ni estatura ni color de piel se semejaban. Esto me demostró que debía seguir investigando, porque si no este bastardo seguiría haciendo lo que hace. Y doy gracias al universo que estoy hablando acá, porque de esta manera puedo asegurarme de que todo lo que diga lo envíe a él a la cárcel. - Se tomaron una pausa.